Bierzo
200 años después Gil y Carrasco vuelve para acompañar a Beatriz Escudero en el pregón de las Fiestas de la Encina
Nadie se podía imaginar que el pregón de las Fiestas de la Encina tuviera un acompañante tan inesperado. Beatriz Escudero Rubio escuchó la voz de Enrique Gil y Carrasco después de varios minutos de pregón en el que, como mujer emprendedora y luchadora, hablaba del carácter berciano revestido de fuerza y melancolía, de su infancia en Flores del Sil, y de su amor y respeto por esta tierra “es mi ecosistema, la tierra que me ha permitido soñar, volar…. El lugar en el que trabajo y por el que trabajo”.
Si, desde el otro lado del ayuntamiento Luis del Olmo, caracterizado de Gil y Carrasco, entabló un diálogo con Beatriz en el que animaron a los ponferradinos a construir un Bierzo diferente, una comarca en la que no cabe la cobardía o el miedo para exigir a las instituciones que se atrevan a construir un futuro nuevo. “El miedo es un instinto vital, pero la cobardía es una opción que no nos podemos permitir ahora” dijo Beatriz, y “Aquí he visto una tierra hermosa como pocas que sigue escondiendo lo mejor de sí misma. He visto un paisaje incomparable que nos empeñamos en destruir. He visto unas gentes que con infinita paciencia escuchan promesas que no se cumplen y esperan el milagro sin reconocer que ya lo tienen delante”, afirmó Enrique Gil y Carrasco.
Ambos pidieron a los ponferradinos que sean capaces de imaginar un futuro diferente y que disfruten de las Fiestas de la Encina en torno a la mesa, como una gran familia, riendo, con alegría, participando de todos los festejos organizados en honor de la la patrona del Bierzo, al Virgen de la Encina.
Beatriz Escudero se despidió de Enrique Gil y Carrasco agradeciéndola que le acompañara en una noche tan especial para ella, acompañada de su familia y de todos los ponferradinos.
¡Viva la Virgen de la Encina!
¡Viva el Bierzo!
¡Viva Ponferrada!