6 científicos convencidos de la necesidad de poner en valor los Ancares

El Comité Científico de la Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses, formada por 6 científicos de diferentes disciplinas y representando a las tres universidades de Castilla y León y el CSIC, que se reunió el pasado 31 de enero en Peranzanes, ha elaborado un nuevo plan de trabajo para marcar el inicio de año. Entre las conclusiones de esa reunión, conocidas hoy, el Comité Científico se ha mostrado convencido de la necesidad de poner en valor la zona y de la complementariedad entre el conocimiento científico y el saber popular.

A pesar de la nieve y mal tiempo, el Comité Científico de la RBALE formado por Estanislao de Luis Calabuig (Catedrático de Ecología de la Universidad de León), Alipio García de Celis (Doctor en Geografía de la Universidad de Valladolid), Ángel Ruíz Mantecón (Doctor en Nutrición y Sistemas Ganaderos del CSIS y ULE), Julio Javier Díez Casero (Doctor en Patología Forestal del Instituto de Gestión Forestal Sostenible y la UVA), Julio Lago Rodríguez (Doctor en Ciencias Económicas de la ULE) y Valentín Cabero (Catedrático en Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Salamanca); subió hasta el Valle de Fornela para evaluar la marcha de la figura desde que ésta fue reactivada en 2010, plantear nuevas líneas de trabajo y, sobre todo, continuar con la programación de algunas de las iniciativas más destacadas de la Reserva, entre ellas los seminarios, el Curso de Verano y la labor internacional de la Reserva.

También, considerando que el desarrollo sostenible debe tener una perspectiva a largo plazo y que cualquier valoración debe ser realizada con cautela, se muestran especialmente satisfechos de la evolución del nombre Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses ha sido muy positiva en los dos últimos años. El trabajo desarrollado por la reserva ha abierto nuevos caminos muy interesantes tanto en el propio territorio como a nivel nacional e internacional.

La necesidad de fortalecer el sector turístico, continuar con la labor de apoyo a la ganadería extensiva o explotar la riqueza paisajística de las montañas ancaresas son líneas estratégicas que este órgano consultivo define como imprescindibles, así como la defensa del castaño o la explotación sostenible de los montes.