Como todos los años, el nazareno de la Real Hermandad de Jesús, el Lambrión Chupacandiles ha salido desde la Basílica de la Encina para recorrer las calles de Ponferrada y anunciar la llegada de la Semana Santa. Su escultura de 2,7 metros se ha inaugurado junto al Castillo

Pero en esta ocasión la celebración ha sido diferente, porque ha recibido un homenaje a los pies del Castillo de los Templarios por su participación centenaria en la Semana de Pasión, porque como ha recordado el Alcalde, Marco Morala, la historia de la Semana Santa, de sus tradiciones y del nazareno Lambrión Chupacandiles, es tan centenaria como la propia historia la la Hermandad. «Con ese agradecimiento y en nombre del Ayuntamiento permitidme expresaros los mejores deseos para esta Semana Santa», ha señalado Morala en el acto.

El reconocimiento se ha materializado en una escultura que aúna la tradición y el sentimiento de todos los ponferradinos y de la corporación municipal porque ha sido proyectada y ejecutada a lo largo de dos mandatos. «Estoy seguro de que los ciudadanos quieren que estas señas de identidad tan relevantes para el municipio, como la que en este momento nos congrega, lo sean también con independencia de los colores políticos de los que gobiernan y de todos lo que están en el consistorio», ha añadido el Alcalde.

Además, Morala ha agradecido el magnífico trabajo realizado por los escultores Tomás Bañuelos y Soraya Triana, porque su sensibilidad ha captado perfectamente la importancia que para los ponferradino tiene el Lambrión Chupacandiles en el conjunto de las celebraciones de la Semana Santa, y su singularidad que hace única a la Pascua ponferradina en relación a otros lugares, haciéndola merecedora del reconocimiento de Interés Turístico Nacional.

Esta obra entra a formar parte de la historia cultural de la ciudad convirtiéndose además en un destacado hito turístico de la Semana Santa.

La escultura es de 2,7 metros de altura y está hecha en bronce. Como ha recordado Tomás Bañuelos está modelada a tamaño real en barro y fundida en la prestigiosa fundición Arte 6 de Arganda del Rey (Madrid). Lleva una patina con la que los autores han buscado resaltar su forma y darle un carácter dinámico, atractivo y sugerente.