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Los grandes inciendios en España pueden modificar de forma severa la temperatura de los bosques

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Incendio en un bosque boreal. / Yan Boulnager

Incendio en un bosque boreal. / Yan Boulnager

El cambio climático, la contaminación del aire, los incendios, las plagas y los cambios inducidos por la actividad del ser humano están deteriorando la salud de los bosques de todo el planeta. La revista Science recopila una serie de estudios en los que se examina cómo estas alteraciones están afectando a las masas forestales del mundo, desde los exuberantes y variados bosques tropicales hasta los antiguos y resistentes ecosistemas boreales del hemisferio norte.

Los bosques piden ayuda, mayor atención y mejor gestión. Pero su salud depende de muchos factores. Seis estudios repasan en la revista Science los problemas y amenazas con los que se enfrentan estos importantes ecosistemas.

Uno de los más afectados son los bosques boreales que «se enfrentan a invasiones de insectos, sequías e incendios, lo que ha aumentado la mortalidad de los árboles en las últimas décadas», apunta a Sinc Susan Trumbore, del Instituto Max Planck de Biogeoquímica (Alemania) y de la Universidad de California en Irvine (EE UU), y una de las autores del especial de la revista.

Por ello, requieren de un mayor cuidado a escala internacional, según expertos del International Institute for Applied Systems Analysis (IIASA), Natural Resources Canada, y la Universidad de Helsinki (Finlandia).

Los bosques que se extienden por las regiones más al norte de Canadá, Rusia, Alaska (EE UU) y Escandinavia constituyen cerca del 30 % del área forestal del planeta. Sin embargo, “a lo largo de este siglo podrían alcanzar el punto de no retorno”, afirma Anatoly Shvidenko, del IIASA y uno de los autores del trabajo.

Estos ecosistemas desempeñan un papel esencial en el sistema climático de la Tierra al secuestrar el dióxido de carbono de la atmósfera, además de ser el hogar de una gran variedad de plantas y animales, y una sustancial fuente de recursos de madera y producción de biodiesel.

Pero los bosques boreales también representan uno de los ambientes más afectados por el cambio climático, con temperaturas en zonas árticas y boreales que aumentan 0,5 ºC por década, y que podrían alcanzar un incremento de 6 a 11 ºC en las regiones más al norte para 2100.

Según los expertos, un clima más cálido provocaría una disminución de estos bosques e incluso su pérdida. Por ello, sugieren prácticas de gestión sostenibles, como un plan de abastecimiento de madera, para preservar la biodiversidad de estos bosques, que en la actualidad actúan como principales sumideros de carbono pero que podrían convertirse en emisores de CO2, sino se actúa urgentemente.

La salud de los bosques, una preocupación global

En este sentido, Susan Trumbore y su equipo subrayan en otro estudio que la salud de los bosques necesita ser monitorizada, sobre todo por la alta dependencia de los humanos a estos medios ecológicos

El cambio climático, la contaminación o las plagas, entre otros, son algunos de los factores que estresan a los bosques. Para detectar cómo la intensificación de estos problemas afectará en un futuro a la trayectoria de los ecosistemas, Trumbore señala que se requiere de sistemas desarrollados que evalúen de manera global la salud de los bosques.

Para monitorizarlos, la científica sugiere nuevas herramientas, «como seguimientos aéreos que puedan colmar las lagunas entre la muerte de un solo árbol y la de una gran región forestal», indica a Sinc.

“Es particularmente crucial identificar el umbral del rápido declive de los bosques porque estos pueden tardar muchas décadas en recuperar los servicios que aportan”, apunta el trabajo.

Con el aumento de las temperaturas, se incrementan las sequías, que, según un estudio liderado por el departamento de Agricultura y Servicio Forestal de EE UU, está provocando que las temperaturas de los bosques estén por encima del umbral de sostenibilidad.

A pesar de que los árboles hayan resistido durante milenios a periodos de sequías, los autores sostienen que los incrementos de temperatura más recientes están causando sequías más intensas, lo que pone a prueba la habilidad de los bosques para sobrevivir ante tales extremos climáticos. Aquí entran también en juego los grandes incendios, cada vez más destructivos en el caso de España, que podrían modificar de manera severa la temperatura actual de los bosques.

La deforestación que sufren los bosques tropicales

Al cambio climático, las sequías y los incendios se unen las amenazas que vienen directamente de la mano del hombre. Simon Lewis, investigador en el departamento de Geografía de la University College London (Reino Unido), se centra en la deforestación que están sufriendo bosques tropicales, que desempeñan un papel importante en la regulación del clima global a través de la transpiración (pérdida de agua a través de las hojas), la formación de nubes y la circulación atmosférica.

Para Trumbore, estos bosques son los que tienen una situación más delicada «ya que son los que más área están perdiendo a través de la deforestación, aunque las tasas hayan disminuído», advierte.

La explotación forestal extensiva ha dejado áreas fragmentadas de bosque tropical, ha perturbado la dinámica de las poblaciones y ha provocado un posterior declive de las especies. Existen numerosos ejemplos de cómo los humanos han desencadenado un efecto cascada de la extinción en estos ecosistemas, sobre todo en las especies que dispersan semillas.

“Esta degradación severa de los bosques tropicales continuará a menos que se establezcan medidas de nuevo desarrollo que no impliquen destrucción”, señalan los expertos en el estudio.

El especial de la revista Science tampoco olvida la situación de las plantaciones forestales, que debido a su naturaleza uniforme, están expuestas a los patógenos y las plagas de insectos. Uno de los trabajos achaca la globalización a este problema, que podría resolverse a través de la ingeniería genética.

Sin embargo, los autores lamentan la falta de inversiones, y de esfuerzos de coordinación a escala global para crear “barreras” que protejan a estos árboles.

FUENTE: SINC

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Referencias bibliográficas:

S. Trumbore et al. «Forest health and global change” Science 349: 6250 20 de Agosto de 2015

S. Gauthier et al. «Boreal forest health and global change» Science 349: 6250 20 de Agosto de 2015

C.I. Millar et al. «Temperate forest health in an era of emerging megadisturbance» Science 349: 6250 20 de Agosto de 2015

S.L. Lewis et al. «Increasing human dominance of tropical forests» Science 349: 6250 20 de Agosto de 2015

M.J. Wingfield et al. «Planted forest health: The need for a global strategy» Science 349: 6250 20 de Agosto de 2015

S. Strauss et al. «Genetically engineered trees: Paralysis from good intentions» Science 349: 6250 20 de Agosto de 2015

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Ciuden comenzará a producir hidrógeno verde a partir de octubre de 2025

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Ciuden desarrolla cuatro grandes proyectos relacionados con el hidrogeno verde con el 90% de los 30 millones ya licitados de fondos PRTR . A través de la utilización de dos tecnologías diferentes espera iniciar la producción en los años 2025 y 2026

A través del área de Innovación e Investigación Energética de la Fundación Ciudad de la Energía, y con el 90% licitado de los 30 millones recibidos de fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), las instalaciones de Ciuden en Cubillos del Sil empezarán a producir hidrógeno verde a partir de octubre de 2025, según lo ha confirmado hoy el responsable de I+D+i, Alberto Gómez.

«Se va a iniciar el proyecto en tres semanas, ya se ha firmado hace dos días, para la fabricación de hidrógeno verde con una tecnología de electrólisis con membrana (PEM), que es una de las dos tecnologías por las que hemos apostado, la otra es la de óxido-sólido», ha señalado Gómez. Una tecnología esta última que necesita más desarrollo por ser más compleja y cara. Está en fase de evaluación y se espera firmar el acuerdo con una de las empresas interesadas antes de fin de año para empezar a producir hidrógeno en mayo de 2026.

Por otro lado, Ciuden va a adquirir dos plantas piloto para la producción de e-fuels, de metanol, a partir de hidrógeno verde y CO2 capturado, y de gas natural sintético con 1millón de euros y 1,3 millones de euros, respectivamente.

«El día 29 del mes pasado vinieron a Ciuden 30 personas de más de 12 empresas para informarse sobre el desarrollo de estos proyectos y sus fases, que tienen una complejidad administrativa y jurídica muy importante», ha añadido Gómez.

Paralelamente, Ciuden participa en cuatro grandes proyectos europeos relacionados con el hidrógeno verde: para el tratamiento del fosfoyeso en nuevas aplicaciones y usos como fertilizantes y baterías (Fic-Fighters) con 369.353 euros; para la obtención de hidrógeno verde a partir de biomasa (Integra2H2) con 349.502 euros; para la gestión optimizada del hidrógeno verde generado a partir de energías renovables (Hystorenew); y para el desarrollo de tecnologías que permitan cero emisiones con el desarrollo de la oxicombustión a partir de biomasa adaptando las propias instalaciones de Cubillos (BioNet Zero) con 443.750 euros.

Además, Ciuden trabaja, en colaboración con Naturgy, para dar una segunda vida a las baterías de los coches.

Por último, como ha explicado el responsable también de I+D+i de Ciuden, Javier Quiñones se está desarrollando la utilización del hidrógeno verde en el sector de ferrocarril donde el 30% de las máquinas funcionan con combustibles fósiles, y la creación de un laboratorio de ciberseguridad industrial, en colaboración con el INCIBE, para analizar los nuevos retos a los que se enfrentan las instalaciones energéticas.

Presentación del balance de actividades de Ciuden en Cubillos del Sil. Foto: Raúl Cañas

Otras áreas de trabajo de CIUDEN

Los datos del área de Innovación e Investigación Energética se han aportado hoy en las propias instalaciones de Ciuden en Cubillos, en una convocatoria de prensa en la que los responsables de las áreas de Formación y Producción de Planta, José Luis del Riego; Museos, Patrimonio y Cultura, Concepción Fernández; y la propia directora general de CIUDEN, Yasodhara López, ha hecho balance de las actividades desarrolladas durante el último año.

La Directora General ha destacado que la Fundación continúa con su proceso de apertura y colaboración con otras entidades y empresas de ámbito nacional e internacional. Como ejemplo ha recordado la coordinación que realiza Ciuden como nodo central de la Red de Centros de Innovación Territorial (CIT) para facilitar la colaboración en proyectos de transformación territorial que permiten luchar contra la despoblación, y que ya cuenta con centros en 10 provincias de España.

En el área de Formación y Producción de Planta, como ha recordado su responsable José Luis del Riego, Ciuden Vivero ha producido más de 25.000 plantas, con donaciones de 5.000 de ellas a proyectos como el Anillo Verde de Ponferrada, y de 8.000 castaños a la Diputación de León. En el centro se ha realizado también trabajo de investigación y se están produciendo 200 helechos arborescentes para completar la colección de Fuego Verde de la Térmica Cultural. Por otro lado, con los tres programas de formación realizados se ha logrado generar 64 puestos de trabajo.

Museos, Patrimonio y Cultura es una de las áreas más conocidas por la actividad que se genera en el Museo de la Energía y la Térmica Cultural, con un gran número de exposiciones y actividades realizadas, algunas de ellas a través del programa de ámbito nacional Dinamiz-ARTj. Además, en este último año ha puesto en marcha el proyecto de la recicladora cultural, con 15 protocolos de colaboración ya firmados y 15 exposiciones ya alojadas o en itinerancia.

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Naturgy y CIUDEN ponen en marcha en Cubillos su primer proyecto de baterías de vehículos de segunda vida

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Este proyecto, que se desarrolla en Cubillos del Sil, aborda uno de los grandes retos de futuro, como lo es encontrar una nueva utilidad para las baterías de vehículos eléctricos al final de su vida útil, un residuo que crecerá significativamente en los próximos años
Equipo de trabajo Naturgy-Ciuden

Naturgy, en colaboración con la Fundación Ciudad de la Energía (CIUDEN) adscrita al Instituto para la Transición Justa (ITJ) dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), ha finalizado con éxito las primeras pruebas para la instalación y puesta en marcha de un sistema de almacenamiento energético basado en baterías de segunda vida procedentes de vehículos eléctricos de la marca Mercedes-Benz. Las baterías empleadas para las pruebas tienen una doble procedencia: o bien habían sido descartadas en la fábrica de la marca automovilística debido a una degradación temporal o retiradas de circulación tras su uso en carretera.

En el marco de este proyecto, se han instalado aproximadamente 0,5 MWh de capacidad de almacenamiento energético mediante estos sistemas de baterías de segunda vida. Durante los próximos dos años, se llevarán a cabo pruebas exhaustivas para analizar cómo se comportan las baterías en distintas situaciones, para obtener información sobre su rendimiento y degradación bajo diferentes escenarios de uso, ayudando a determinar su viabilidad y eficiencia en el largo plazo.

Jesús Chapado, quien dirige el área de Innovación de Naturgy, ha señalado que “este proyecto aborda uno de los grandes retos de futuro, como lo es encontrar una nueva utilidad para las baterías de vehículos eléctricos al final de su vida útil, un residuo que está destinado a crecer significativamente en los próximos años. Sin duda, la innovación es la herramienta clave en la búsqueda de soluciones energéticas limpias para la transición en la que nos encontramos inmersos”.

Por su parte, Javier Quiñones, director ejecutivo del área de I+D+i de CIUDEN, ha indicado que “este proyecto demuestra cómo ideas basadas en la economía circular permiten un significativo avance en la descarbonización de nuestra sociedad. Los resultados de esta colaboración público-privada serán impulsores tanto desde el punto de vista mercantil, como del desarrollo en la utilización de energías renovables, minimización de la huella de carbono y de la generación de residuos. Desde CIUDEN nos sentimos orgullosos de que nuestro Centro de Desarrollo de Tecnologías sea visto por las empresas del sector energético como una herramienta de valor en el desarrollo y/o evaluación de sus productos comerciales.”

El potencial de las baterías de segunda vida

Este proyecto, iniciado hace un año, permite extraer el potencial de las baterías que ya no son adecuadas para su uso en automoción. Lejos de ser inservibles, las baterías de segunda vida permiten explotar su utilidad en otras aplicaciones, generando así beneficios económicos y ambientales.

Darles un nuevo uso antes de su reciclaje reduce la generación de residuos y mitiga la explotación de recursos naturales, como los minerales necesarios para su fabricación. Se trata de una iniciativa coherente con la transición energética, en la que las soluciones de almacenamiento deben ser tan sostenibles como las fuentes de energía que apoyan.

Una vez que las baterías alcanzan el final de su vida útil en los vehículos eléctricos, aún conservan entre el 70% y el 80% de su capacidad. Esta capacidad residual las convierte en candidatas ideales para aplicaciones estacionarias, como el almacenamiento de energía renovable o para prestar servicios a la red eléctrica. Al reutilizarlas, se extiende su ciclo de vida, se reduce su impacto ambiental y se incrementa la proporción de energía limpia que se integra en la red. Además, se generan beneficios económicos al reducir los costes asociados a su eliminación y al convertirlas en un activo residual valioso.

Con este proyecto, los sistemas de almacenamiento generados, con mayor potencia y duración que las baterías de vehículos de los que parten, permitirán el almacenamiento de energía tanto en proyectos hibridados con plantas renovables como stand alone, por lo que sus aplicaciones pueden ser diversas y servir para proveer servicios de soporte a la red eléctrica. Este sistema puede estar formado por tantos módulos de baterías como capacidad de almacenamiento se quiera alcanzar, y se trata de una solución que se podría emplear tanto para dar soporte a la red eléctrica como para el ámbito industrial y residencial asociado a instalaciones de autoconsumo.

Naturgy y CIUDEN, una alianza por la sostenibilidad y la innovación

Este proyecto es un claro ejemplo de economía circular, ya que aprovecha recursos existentes- las baterías de segunda vida de vehículos eléctricos- prolongando su vida útil y reduciendo el impacto ambiental generado por su reciclaje. Además, el sector del almacenamiento energético es clave para asegurar la estabilidad y flexibilidad de la red eléctrica, algo esencial a medida que aumenta la penetración de energías renovables.

Teniendo esto en cuenta, Naturgy Innovahub y CIUDEN firmaron en 2023 un acuerdo de colaboración para evaluar el comportamiento de las baterías de segunda vida a lo largo de dos años de pruebas. El proyecto se está desarrollando en las instalaciones del Centro de Desarrollo de Tecnologías de CIUDEN en Cubillos del Sil, y sumará la participación de la startup europea Octave, que se encargará de realizar el reacondicionamiento de las baterías, así como de desarrollar e integrar el software de control del sistema de almacenamiento.
Esta iniciativa conjunta subraya el compromiso de ambas entidades con la innovación tecnológica y la sostenibilidad, especialmente en el campo del almacenamiento energético, un pilar fundamental en la transición hacia un modelo energético más sostenible y descarbonizado. De esta forma, ambas organizaciones apuestan por convertir los residuos de hoy en las soluciones energéticas del mañana.

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Investigadores del Campus de Ponferrada identifican un gen para evitar daños en cultivos agrícolas causados por micotoxinas

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El trabajo liderado por Santiago Gutiérrez Martín ha sido publicado en la revista ‘Applied Microbiology and BiotEchnology’
Santiago Gutiérrez y José Álvarez

Científicos del Grupo Universitario de Investigación en Ingeniería y Agricultura Sostenible (GUIIAS) de la Universidad de León (ULE), en colaboración con la Unidad de Investigación de Microbiología Aplicada y Prevención de Micotoxinas del Servicio de Investigación Agrícola (USDA), de los Estados Unidos, han identificado un gen que es clave para la síntesis de un tipo de micotoxinas que ocasiona daños en cultivos agrícolas.

Paramyrothecium roridum, -explica la investigadora de la ULE y firmante del artículo Rosa E. Cardoza-, es un hongo patógeno que puede causar la enfermedad de la mancha foliar en cultivos hortícolas, y produce además una serie de toxinas que se conocen como trichotecemos macrocíclicos, y que contribuyen a la toxigenicidad, y a la patogenicidad vegetal de este hongo”.

Síntomas de la enfermedad en hojas de tomate

Existen al menos 4 tipos de trichotecenos producidos por diferentes especies de hongos. Todos ellos tienen la misma estructura central (12,13-epoxitricoteco-9-eno o EPT), en el caso de las micotoxinas producidas por P. roridum, presentan un anillo macrocíclico en su estructura que determina el grado de toxicidad de este compuesto.

La investigación, desarrollada casi en su totalidad en el Campus de Ponferrada de la ULE y liderada por Santiago Gutiérrez Martín, se centró en realizar análisis genómicos, transcriptómicos, metabolómicos y de deleción de genes, identificando el gen TRI24, que codifica para una aciltransferasa.

La deleción del gen TRI24, demostró que es necesario para la formación del anillo macrocíclico durante la biosíntesis de estos compuestos en el hongo P. roridum, y que en ensayos hechos con el mutante, se observaron síntomas de enfermedad menos graves en el frijol común y en plantas de tomate, y tuvo menos actividad antifúngica que su cepa progenitora de tipo silvestre.

Hasta donde sabemos, -concluye Rosa E. Cardoza-, este es el primer informe de un gen requerido específicamente para la formación del anillo macrocíclico de tricotecenos, y que la pérdida del anillo macrocíclico de tricotecenos puede alterar las actividades biológicas de un hongo”.

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