Como cada año, Villafranca del Bierzo se prepara para celebrar el día grande de sus Carnavales, el Sábado de Piñata, que este año es más señalado, si cabe, por coincidir con el día “extra” del año bisiesto, el 29 de febrero. A las 20:00 horas, la Plaza Mayor de la Villa se convertirá en el punto de encuentro de todos los disfraces, tanto los individuales como los grupales, que desfilarán al son de la música, habiendo premios por diferentes categorías.

La Pequeña Compostela, villa conocida por su pasado histórico y monumental, años ha que arrastraba fama por su tradición carnavalera, en la que uno de los elementos más distintivos era el de salir “tapados”, es decir, sin que las personas que no se disfrazaban pudieran conocer a los que llevaban máscara para poder así tomarles el pelo el día en que el buen humor y la sorna colectiva son los protagonistas, algo que se siguió celebrando incluso en épocas en las que este tipo de disfraces estaban prohibidos. Desde hace unos años, gracias a la colaboración de las “Peñas Villafranquinas”, el Sábado de Piñata luce en Villafranca mejor que nunca, con una amplia participación y un alto nivel de exigencia en los disfraces, que han pasado por ideas tan originales como parodiar a la orquesta Panorama, homenajear a la campeona berciana Lydia Valentín o recrear los famosos gigantes de las Fiestas del Cristo. Precisamente fue en estas fiestas patronales donde tuvieron su origen las peñas, de la mano de un grupo de jóvenes que aman su pueblo y disfrutan dándole vida. Al poco tiempo, numerosas pandillas de amigos de todas las edades formaron sus propias peñas y, hoy, son ya parte indispensable de las actividades festivas y culturales del lugar, entre las que se encuentra este sábado del año.

Así pues, los villafranquinos han logrado crear una unión popular y festiva en la que todo aquel con ganas de divertirse es bien recibido. La participación en el Sábado de Piñata aumenta año tras año, a la par que lo hace la calidad de los disfraces, por lo que no sería sorprendente que esta vez el nivel esté más alto que nunca.

El Ayuntamiento, asociaciones y vecinos en general apoyan con entusiasmo este tipo de actividades, que son la seña de identidad de la capital histórica del Bierzo, e invitan a todos a acercarse y dejarse llevar por el buen ambiente y la fiesta, que son, en definitiva, uno de los grandes patrimonios inmateriales de los que gozamos en nuestros días.