La central térmica de Compostilla II, en Cubillos del Sil, es una de las siete centrales que echa el cierre hoy en España, en Castilla y León, Galicia, Aragón y Andalucía. Una decisión largamente discutida y peleada que deja sin trabajo en todo el país a alrededor de 2.000 personas.

En el caso de Compostilla II se cierra un ciclo de 60 años de producción eléctrica en el Bierzo, y según el último comunicado de Endesa, al empresa se ha comprometido a invertir 600 millones de euros en una instalación de 700 megavatios de energía eólica y solar, que se desarrollará durante los próximos años.

Desde que en el año 2018 se presentó la solicitud formal de cierre y siguiendo los criterios y objetivos de la política nacional energética trazados por el Ministerio de Transición Ecológica, Endesa ha promocionado las instalaciones a través del Plan Futur-e basándose en la necesaria transformación del sector energético hacia una economía descarbonizada para reducir las emisiones de efecto invernadero y frenar los efectos del cambio climático.

La Unidad de Producción Térmica (UPT) Compostilla cuenta con tres grupos de generación térmica activos, que tienen una potencia total de 1.052 MW. Incluye todas las infraestructuras de abastecimiento de agua necesarias para refrigeración tanto en circuito abierto como cerrado con torres de refrigeración y alberga uno de los nodos principales de la Red de Transporte en 400 y 220 kV. El área comprende una extensión de más de 330 hectáreas de las cuales 80 son de uso industrial.

Según Endesa, hay 18 emrpesas y entidades que mostraron interés, a fecha de 31 de enero, en el emplazamiento de la Central, con 32 propuestas concretas de iniciativas empresariales en la primera fase del concurso internacional, enmarcado en el plan Futur-e.

El Plan incluye la recolocación de los trabajadores de la planta ofreciendo, de manera personalizada, distintos puestos de trabajo buscando la proximidad geográfica, o la incorporación a los trabajos relacionados con el cierre de las instalaciones. Desde la empresa se incide en que se da prioridad a la contratación de trabajadores de las empresas auxiliares durante el período de alrededor de cuatro años para las tareas de desmantelamiento y mantenimiento.