Carqueixa del Bierzo concede la Pica de Oro al historiador Vicente Fernández Vázquez

Vicente Fernández. Foto: Raúl C.

La Asociación Cultural Carqueixa del Bierzo de Santa Marina de Torre entregará el próximo 1 de noviembre, a las 18:00 horas, su tercera Pica de Oro al historiador Vicente Fernández Vázquez.

El jurado del premio reconoce con esta distinción la labor de Vicente Fernández Vázquez (Tito) como investigador, historiador y divulgador de la historia de la Comarca del Bierzo. Las numerosas publicaciones en las que ha trabajado están relacionadas con Ponferrada y todo el Bierzo. Su análisis de fondos documentales, biografías, además de los numerosos artículos periodísticos, y libros son manuales de consulta obligados para conocer la historia del Bierzo, y su dedicación a la historia y patrimonio destaca por el rigor que ha mostrado siempre en sus trabajos.

Carqueixa añade que Vicente Fernández ha regalado, amable y generosamente, a Santa Marina de Torre sus estudios e investigaciones, contribuyendo con su labor a que nuestra localidad tenga una importante base documental que ha servido para dar a conocer la historia del pueblo.

Antes de la entrega, a las 17:30 horas tendrá lugar un concierto que correrá a cargo del guitarrista Pedro González y a las 18:30 horas, Ánima Mundi pondrá en escena ‘Bergidum, el sueño de Plimio’. El evento se clausurará con una cena popular, magosto y queimada.

Las dos picas anteriores se entregaron al al CIT (Centro de Iniciativas Turísticas) de Santa Marina del Sil y al cineasta de Albares de la Ribera, Chema Sarmiento.

El galardón Pica de Oro creado por la Asociación Cultural Carqueixa de Oro cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Torre del Bierzo y de la Junta Vecinal de Santa Marina de Torre. Es un reconocimiento a la labor realizada por personas, colectivos o instituciones en favor del arte, de la cultura y de las tradiciones en la comarca del Bierzo Alto.

El premio consiste en la entrega de 300 euros y una placa que representa el resto arqueológico de origen romano aparecido en Santa Marina de Torre a finales del siglo pasado, sobre el que el escultor faberense Tomás Bañuelos incrusta una pica minera y una rama de roble.