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Confederación inicia los trabajos de restauración del arroyo Reguera de la Vega a su paso por Ponferrada

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La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil(CHMS), Organismo autónomo dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), trabaja en la restauración hidrológico-forestal del arroyo Reguera de la Vega, afluente del río Boeza, a su paso por el barrio de Campo, Ponferrada. Este tramo, que discurre paralelo y colindante a la zona urbana, se encuentra incluido en los mapas de riesgo como zona de riesgo potencial significativo de inundación.

De la inspección previa realizada se comprobó una importante presencia de vegetación arbustiva, restos de madera muerta y lodos que contribuyen a reducir la sección del cauce. Todo ello unido a los importantes problemas de erosión y desmoronamiento de ambas márgenes, lo que provoca que, de forma habitual, el agua circule fuera del cauce.

El objetivo, por tanto, es mejorar la estructura de la vegetación de ribera y la continuidad longitudinal del cauce para recuper la sección de evacuación original del mismo, con lo que se pretende aminorar los daños en infraestructuras y fincas colindantes durante las inundaciones por avenidas extraordinarias.

También se procederá a la retirada los lodos finos acumulados, que provocan un aumento de la cota del lecho del cauce que, en momentos puntuales, provocan inundaciones en los caminos y en las fincas colindantes.

En cuanto a los problemas detectados de desmoronamiento y erosión, éstos serán solucionados mediante técnicas de bioingeniería. Se construirá una empalizada de defensa de ramaje vegetal vivo de salicáceas, con el ánimo de proteger el pie del talud de la erosión hídrica mediante el entrelazado de unas ramas vivas de sauce entre unas estacas clavadas firmemente al lecho del río,
con la intención de que la vegetación ayude a la estabilización y protección del talud a largo plazo.

Como consecuencia de estos trabajos se generarán una serie de restos gruesos y finos, los gruesos se ofrecerán a los vecinos y propietarios de fincas colindantes para su uso doméstico, mientras que los finos se trituran “in situ”, para aumentar la cantidad de nutrientes del suelo que favorecerán los procesos edafogénicos.

Estas actuaciones, cuya duración se estima en 3 semanas, son realizadas por una brigada compuesta por una cuadrilla forestal de 8 operarios (1 capataz forestal y 7 peones especialistas), que realizaran su labor fundamentalmente por medios manuales y con la maquinaria adecuada, compatible con la zona de actuación.

La longitud del tramo a actuar abarca 634 metros y la inversión prevista es de22.859 euros.

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