Natura
Diez medias para luchar contra el cambio climático con la biomasa como referente y la plantación de 20 millones de árboles
El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha presentado esta mañana las medidas que se aprobaron ayer en el Consejo de Gobierno para luchar contra el cambio climático en la Comunidad y que cumplen con los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030.
Según el Consejero, la región es especialmente sensible por tener un clima mediterráneo-continental que la hace vulnerable especialmente en el tema del agua. Pero cuenta, según Quiñones con otras ventajas como son las 4,5 millones de hectáreas de bosque, un 17% del total nacional. Por ello, en el decálogo de medidas aprobadas está en el punto tres la aprobación de un programa para la mejora de la eficiencia energética y la reducción de los combustibles fósiles en edificios administrativos de la Junta, teniendo como referente a la biomasa.
El Consejero ha destacado las bondades de la biomasa por ser un combustible autóctono, renovable, cuya explotación previene los incendios y crea empleo en el mundo rural. Quiñones ha recoradao que el SOMACYL ya lo utiliza en las redes de calor que abastecen de energía calórica a 122 edificios públicos de la Comunidad. Castilla y León es la segunda región en existencia de biomasa con 6,5 millones de metros cúbicos de crecimiento anual, de los cuales, solo se aprovecha 1 millón. A través del programa se promoverá la instalación de más redes de calor en Castilla y León.
Este apoyo a la biomasa está reforzado en el octavo punto de las medidas con un plan forestal que prevé la plantación de 20 millones de árboles en 15.000 hectáreas de bosque.
El decálogo de medidas presentadas incluye además la tramitación del anteproyecto de ley de cambio climático y transición energética con el que se pretende marcar los objetivos en la reducción de emisiones a través de un cambio de modelo productivo y la mayor penetración de las energías renovables. Aquí se quiere incrementar la potencia ya instalada de 18.534 megavatios en 8.000 Mw más.
Por otro lado, la Junta de Castilla y León se compromete a renovar su flota de 1.700 vehículos con modelos que sean híbridos-enchufables o eléctricos 100%, cuando sea posible.
En el plano urbanístico, se ha redactado una medida para continuar con las Áreas de Regeneración Urbana (ARU) desarrolladas con el objetivo de mejorar la eficiencia energética en los edificios de viviendas. En el programa ya se han invertido más de 300 millones de euros y se ha actuado en 13.500 edificios.
El sexto compromiso del gobierno autonómico hace referencia a la mejora de la calidad del aire para cumplir con los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y el séptimo con aprobar la estrategia de economía circular, basada en la economía regenerativa que permita optimizar los recursos reduciendo las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Por último, la Junta de Castilla y León quiere aumentar la eficiencia en la gestión de los residuos, sobre todo en la separación de cada uno de los materiales y fomentar la educación ambiental para lograr la implicación tanto de ciudadanos como de profesionales y empresas.