Dos trabajos sobre la minería en Fabero y la música celta en el Bierzo ganan de los premios Antonio Estévez 2017

Entrega de los III Premios de Investigación Antonio Estévez. Foto: Raúl C.

El Instituto de Estudios Bercianos ha dado ha conocer el fallo del III Premio de Investigación Antonio Estévez, que ha recaído en el trabajo «La música celta en la comarca del Bierzo desde el año 1980 hasta el 2003», cuyo autor es Norberto Majín Prieto. El premio está dotado con 2.000 euros y patrocinado por la familia Estévez.

El accésit ha sido para el trabajo «Del foro al campo de trabajo. Transformaciones socio-económicas durante el primer siglo de minería en Fabero del Bierzo», de Alejandro Martín Rodríguez. Este reconocimiento está dotado con 500 euros de premio.

Norberto Majín y Alejandro Martínez. Foto: Raúl C.

El trabajo ganador se centra en la investigación realizada por el autor sobre la influencia estética de la música celta, y en concreto de la gaita en el Bierzo, sobre sus causas y consecuencias. Según Norberto Martín las conclusiones son varias; positivas si se tiene en cuenta los recursos económicos y sociales que se han generado en el Bierzo, en lugares como Balboa y Villafranca del Bierzo con la celebración de festivales y conciertos. Además, músicos locales han tenido la oportunidad de tocar en otros eventos tanto nacionales como internacionales con músicos de la talla de Carlos Núñez. Negativas si se tiene en cuenta que se ha creado una identidad que no está basada en otros elementos tradicionales de la música berciana como puede ser el tamboril.

La investigación de Alejandro Martín sobre la minería se ha basado en el período que va desde finales del siglo XIX hasta los años 20 del siglo XX, y con ella ha analizado cómo influyó la minería del carbón no sólo en Fabero, que pasó de ser una aldea a una importante cuenca minera con la extracción de antracita, sino también en el resto de España. Paralelamente se estudia el movimiento anarquista y sindicalista que se desarrolló en la zona y que llevó a importantes revueltas y insurrecciones en defensa de la República a partir de 1933. Martín incide en cómo derivó en una importante represión posterior con fusilamientos, persecuciones y la creación de un campo de trabajo en Fabero. Según el autor, la investigación es también un homenaje a todos los mineros del Bierzo.

El jurado que ha fallado los premios ha estado compuesto por Miguel J. García, Vicente Fernández Vázquez, José Antonio Balboa de Paz, Carlos Fernández Rodríguez y Diego Bello Fernández. En representación del mismo, Vicente Fernández ha hecho un llamamiento a investigadores sobre el Bierzo para que presenten sus trabajos al concurso, ya que este año han sido sólo tres los trabajos inscritos, en el 2016 fueron cinco.

La entrega de los premios ha contado con la presencia de la presidenta del IEB, Mar Palacio Bango, la concejal de Cultura, María Antonia Gancedo y los representantes de la familia Estévez, Helio y Helios Estévez, quienes han mostrado su disposición a continuar patrocinando los premios con los que quieren contribuir al enriquecimiento cultural del Bierzo a través de la investigación histórica. Helios Estévez ha recitado un poema escrito por el mismo en recuerdo del último abrazo que le dio a su padre, Antonio Estévez, cuando tuvo que huir a México para evitar la represión franquista. Helios se reencontró con su padre cuando tenía 19 años.

Antonio Estévez

Antonio Estévez nació en Santos (Brasil) en 1897. Era hijo de Ramón Estévez y de Antonia Fuente, de Valtuille de Abajo y Villafranca del Bierzo respectivamente. A los dos años de edad se trasladó a Valtuille de Abajo con su familia, localidad donde vivió hasta 1936, fecha en la que tuvo que huir de España por su ideología anarquista, murió exiliado en México. Fue un escritor e intelectual que criticó la injusticia de su tiempo, contrario a la violencia y defensor de la educación racionalista, de la libertad y de los humildes.

Antonio Estévez fue autodidacta y se formó a sí mismo consiguiendo una sólida formación cultural y política gracias a su afán por saber, por conocer a los Clásicos y a los pensadores europeos más importantes del momento.

Como escritor, al margen de poemarios inéditos, artículos periodísticos publicados durante el exilio mexicano, de cuentos, de relatos breves, y de una serie de novelas, sobresalen, tanto por su calidad literaria como por su interés político, un conjunto notable de artículos en los que expone y defiende sus ideas libertarias y que vieron la luz en numerosas publicaciones anarquistas entre 1926 y 1936.