El Ayuntamiento defiende la subida del agua y la tasa de basura para cumplir con la UE, el Plan de Ajuste y el contrato del agua

La concejal de Hacienda, Mabel Fernández, ha reconocido que la anunciada subida del precio del agua del 9,7 % y la nueva tasa de basura son medidas impopulares, pero ha negado que se hayan decidido durante las fechas navideñas con el ánimo de esconderlas. Son propuestas que se llevarán a Pleno antes de fin de año, donde tendrán que se aprobadas o rechazadas.

La Concejal ha querido explicar los motivos por los que el equipo de gobierno las ha adoptado. En el caso de la subida de la tarifa del agua se hace para evitar un contencioso con Aquona, la empresa que gestiona el servicio. Fernández ha recordado que las cuentas indican que el déficit está creciendo y que de no realizarse la actualización el Ayuntamiento vería reducido el canon con el que se pretende acometer la renovación de las redes de abastecimiento, entre las que está la de fibrocemento. “Hay quien acumula deudas hipotecando al ayuntamiento y a los ciudadanos y hay quien tiene que pagarlas”, ha manifestado la Concejal.

Con la medida se busca también que la empresa desista de las demandas interpuestas causadas por los “incumplimientos de los equipos de gobierno anteriores”, ha matizado Fernández, quien además ha recordado que fue el PP quien firmó un contrato con Aquona por 38 años y con una actualización del mismo con el IPC más un punto.

En lo que se refiere a la tasa de basura, la Concejal ha insistido que hay una normativa europea del 30 de mayo de 2018 que obliga a las administraciones locales a incrementar el control sobre los residuos y a cubrir el coste del servicio para evitar sanciones. El precio que tendrán que pagar los ciudadanos estará entre los 36 y los 48 euros dependiendo de la calle donde se ubique la vivienda. Las familias en exclusión social podrán acogerse a su situación para ser eximidos de la tasa. La mayoría de las viviendas, alrededor de 15.000, estarán en el margen de los 36 euros.

La concejal de Hacienda ha recordado que fue el exalcalde, Ismael Álvarez, el que para eliminar la tasa de la basura subió el tipo del IBI del 0,6% al 0,85, con un incremento del recibo que llegó al 40%, en algunos casos. Después en el 2018, también bajo el gobierno del PP, se incrementó a través del “catastrazo” en un 14,5 %, derivado de la revisión catastral. Según Fernández, a esta situación hay que añadir que desde el año 2012 el Ayuntamiento está bajo un Plan de Ajuste que finalizará en el 2022, fecha hasta la cual no se puede bajar el IBI. Es más, según el Plan, se tendría que actualizar una subida del 2% al año. El equipo de gobierno se compromete a congelar el recibo durante la presente legislatura.

Por último, Fernández ha reconocido que el servicio de recogida de residuos sólidos presenta deficiendas y que por ello, el equipo de gobierno tiene la intención de optar por la gestión directa del mismo.