El Ballet de Moscú exhibe en el Bergidum Giselle, una de las mejores piezas del ballet clásico

El Ballet de Moscú ha vuelto a Ponferrada, esta vez para exhibir una de las piezas que está considerada como obra maestra del romanticismo, Giselle. Estrenada en 1841 en la Ópera de París, es una de las piezas fundamentales de la danza clásica, tanto por el tratamiento de los ideales románticos como por el empleo de la más refinada técnica teatral del siglo XIX.

El ballet, con música de Adolphe Adam, coreografía de Jean Coralli y Jules Perrot y libreto de Jules Henry Vernoy y Theóphile Gautier, está protagonizado por una joven y hermosa campesina de los valles del Rhin, cuyo máxima aspiración es bailar. Su madre reprime ese deseo, ante la débil salud de su hija, temiendo que muera doncella antes de su boda y se convierta en una willi, espíritu nocturno que mata a los hombres que se adentran en el bosque tras la media noche. La tragedia se fragua tras convertirse en el blanco del amor de dos jóvenes, Hilarión y Albrecht.

Ballet de Moscú
Con más de dos mil representaciones a lo largo de sesenta países del mundo, el Ballet de Moscú es una de las compañías más importantes de Rusia. Fue fundado en 1989 por el bailarín Timur Fayziev, tras haberse retirado de los escenarios y crear su propia academia. De esta manera, daba continuidad profesional a los estudiantes de su escuela. Fayziev se graduó en la Academia de Ballet del Teatro Bolshoi y continuó sus estudios en el Teatro Stanislavsky, donde trabajó durante vistos décadas. Como solista ha destacado en obras como Coppelia o La Cenicienta. Su mayor reto ha sido trasladar a la danza el legado del método Stanislavsky, rechazando el apoyo excesivo de las escenografías, del vestuario o de los movimientos perfectos pero fríos de los bailarines.