El Contencioso-Administrativo nº2 de León admite a trámite la segunda demanda contra la Red de Calor

Pancarta ‘No a la central de calor en nuestro barrio’ de Compostilla. Foto: Raúl C.

Tras la primera demanda contra la Red de Calor que el Somacyl ha proyectado construir junto al Parque de Bomberos, presentada por Bierzo Aire Limpio, el Contencioso-Administrativo nº2 de León ha admitido una segunda demanda de la Asociación de Vecinos de Compostilla.

El Juzgado tendrá que decidir el inicio de las obras de la central de biomasa que ya están adjudicadas para ser ejecutadas junto al barrio de Compostilla. Sus vecinos han criticado en reiteradas ocasiones las formas con las que se ha presentado el proyecto y denunciado la negativa de la alcaldesa, Gloria Fernández Merayo a paralizarlo «Se está tramitando con prisas, sin transparencia, sin diálogo, a espaldas de la ciudad y con muchos agujeros negros que algún día tendrán que explicar ante los tribunales», señalan los vecinos.

Como ya se apuntó en la primera denuncia, tramitada en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo nº1 de León contra la autorización provisional que fue concedida sin que fuera debatida en sesión plenaria en el Ayuntamiento de Ponferrada, se resolvió en tiempo récord y a espaldas de los ciudadanos y de la oposición.

Tanto la Asociación como Bierzo Aire Limpio esperan obtener la anulación judicial de los permisos de obras que «Han soslayado el imprescindible trámite de información pública, privando del necesario conocimiento y transparencia pública. Las centrales se pretenden ejecutar sin permiso, memoria ambiental, ni licencia ambiental como una mera licencia de obras», apuntan desde Compostilla.

Es más, tanto Compostilla como los vecinos afectados de Navatejera (León) anuncian una campaña de denuncias conjuntas por la ilegalidades derivadas de los dos proyectos de biomasa. Recuerdan que las instalaciones citadas han generado un amplio rechazo social que se ha traducido en más de tres mil denuncias y alegaciones.

Por último, las asociaciones consideran que detrás de los proyectos hay un auténtico «pelotazo y aprovechamiento ilícito de fondos europeos».