Arte
El Museo Alto Bierzo presenta la Pieza del Mes, el “Pergamino miniado de Susana González Tuñón”
El documento manuscrito de Susana González fue donado al Museo “Alto Bierzo” de Bembibre en 1994 por los hermanos Gago López (nietos de tan ilustre institutriz). Y se presenta sobre un soporte de papel apergaminado que ensambla la imagen visual con el texto gráfico; disponiendo de unas medidas aproximadas de: 51,5 cm de alto y 41 cm de ancho.
La leyenda descriptiva que acoge el cuerpo del texto se timbra con un dibujo a plumilla de extraordinaria calidad y coloración cenicienta, con texturas trabajadas con especial delicadeza, ofreciendo una perspectiva de la ilustración muy lograda que mantiene la continuidad estilística en el puente que se yergue sobre las aguas del río Boeza, en la disposición arquitectónica de la Fábrica de Licores y en el hermoso paseo arbolado que como ángel custodio del camino emerge a su vera. Obra pictórica que evoca el agradecimiento tributado el 13 de diciembre de 1926 por la Villa del Último Templario a Susana González, al rebautizar en su honor el vial que une a esta localidad con la estación del ferrocarril como “Calle de la Maestra Susana González Tuñón”.
Por su condición de magister del scriptorium, el pendolista, redacta el diploma con letra gótica de textura, redondilla y muy cuidada (la T inicial ornamentada es de notable belleza y se decora con motivos vegetales), utilizando una variedad cromática que aglutina tonos amarillos, azules, dorados, rojos, negros, plateados y verdes. Con el empleo de esta técnica y la creatividad manifestada, Llópiz, se deja llevar por el alma del artista que lleva dentro en su afán de embellecer y realzar el galardón de Hija Adoptiva de la villa de Bembibre con el que Susana González es distinguida el 1 de diciembre de 1925 por el consistorio bembibrense, en reconocimiento a la importante labor pedagógica y cultural desarrollada por esta esclarecida discípula de las Musas de las Artes en la Escuela de Niñas del Primer Distrito de Bembibre.
Dª Matilde, como solían llamarla cariñosamente sus alumnas, había realizado los estudios de instrucción primaria en la Escuela Normal de La Coruña y tutelaría la Escuela de Primera Enseñanza de Bembibre en el periodo 1898-1935. Era una mujer inteligente, apasionada de la lectura, entusiasta de la historia, de la literatura, de la poesía y de la narrativa breve (escribía cuentos que luego relataba en el colegio), le seducían el teatro y la zarzuela y estaba dotada además, de un especial ingenio para el bordado y el dibujo. Cualidades y virtudes que transmitía a sus educandas y con las que embelesaba a quienes se dejaban atrapar por la destreza de sus manos y la fascinación de sus figuraciones y entreactos.