Arte
El Museo Alto Bierzo presenta una medalla conmemorativa de Marcelo Macías de 1916
Con motivo de la celebración de la Pieza del Mes, el Museo Alto Bierzo de Bembibre presenta en la Casa de las Culturas una medalla conmemorativa de Marcelo Macías de 1916, del escultor Francisco Asorey. Será el miércoles 26 de abril a las 20 horas.
Es una pieza relacionada con el mundo del coleccionismo de medallas. E de bronce, de 66 mm. de diámetro, 4 mm. de grosor y 199 g. de peso, donada al Museo Alto Bierzo en el año 2008. La obra fue modelada en 1916 por el escultor gallego Francisco Asorey y acuñada por el grabador y medallista barcelonés Eduardo Ausió.
En el anverso de la misma aparece el personaje homenajeado con las inscripciones Marcelo Macías y MCMXVI. En el reverso se plasma el majestuoso Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela con un pantocrátor en actitud de bendecir, que porta en la mano izquierda el libro de las Sagradas Escrituras. La imagen sedente del Salvador se acompaña asimismo de los epígrafes ‘Orador’ y ‘Polígrafo’, atributos que para M. Martínez Sueiro son una muestra de agradecimiento de Galicia a “Marcelo Macías, en premio a una vida austera y a una labor fecunda”.
El homenaje que tendría lugar el 23 de enero de 1917 fue organizado por el Ateneo de Orense. Nombrándose para ello una comisión ejecutiva integrada por Antonio Losada Diéguez, José Osorio Martínez, Julio A. Cuevillas, Emilio Vázquez Pardo, Jesús Soria González, Manuel Cambón Fraga, Antonio Gaite Lloves, Benito Fernández Alonso y Emilio Amor Rolán. Uno de sus proyectos sería la apertura de una subscripción popular para la realización de una medalla conmemorativa. El acto contó además con la colaboración de la prensa orensana: La Región, El Diario de Orense” y La Voz Pública, que editó el 20 de enero de 1917 un número especial titulado “Homenaje de la Prensa orensana a D. Marcelo Macías”.
De este prohombre de las ciencias y las letras nacido en Astorga el 1 de julio de 1843 y fallecido en Orense el 7 de marzo de 1941, la Condesa de Pardo Bazán glosaba sus virtudes en un artículo publicado en 1917 y titulado efusivamente: “Si se habla de él, los elogios, digámoslo en honor de la gente imparcial, fluyen con tal abundancia, que bastaría transcribirlos para reunir los materiales de un homenaje brillantísimo y completo. No hay sabio que no le ensalce y respete, no hay gallego que no se ufane de llamarle paisano adoptivo; y el excelso orador, el eminente arqueólogo, el docto epigrafista y el erudito comentador de viejos papeles y de documentos literarios se ha ganado una notoriedad sin estrépito, y se ha formado una personalidad tanto más sólida, cuanto menos debe al efímero ruido diario. Y por eso aplaudimos con entusiasmo cordial sus amigos de antes, los que con él hemos registrado antiguos monumentos ocultos entre rocas y en fragosidades de la bella montaña de Orense”.