El parque en el camino de Otero recibe el nombre de Miguel Fernández Álvarez “Sira”

Descubrimiento de la placa dedicada a Miguel Fernández Álvarez «Sira». Foto: Raúl C.

Sira era el nombre de su abuela y por el que todo el mundo le conocía, Miguel Fernández Álvarez era un apasionado del Bierzo y de la fotografía que durante años recorrió la comarca recogiendo momentos, instantáneas sobre la naturaleza, el patrimonio o la arquitectura. Ahora el Ayuntamiento de Ponferrada le ha rendido homenaje en un acto en el que se ha descubierto la placa que da nombre al parque junto al camino que lleva a Otero y que a partir de ahora tiene su nombre.

En la celebración ha estado presente la concejal de Cultura, María Antonia Gancedo, y la familia de Sira con su viuda, Adelita Díaz de la Mata, que emocionada ha recordado el carácter afable de su marido, “Era una buena persona que amaba el Bierzo con toda su alma”, ha manifestado Adelita.

Momento de la inauguración del parque dedicado a Sira. Foto: Raúl C.

María Antonia Gancedo, visiblemente emocionada también, ha mostrado su satisfacción por este reconocimiento que ha contado con la aprobación unánime de todos los grupos municipales del Ayuntamiento. Sira pertenece a ese grupo de personas que nos enseñó el camino del cariño por esta tierra a través de sus fotografías, ha afirmado la Concejal. Acompañó en innumerables ocasiones a Amalio Fernández, su primo, del que aprendió el arte de la fotografía y al que siempre consideró su maestro.

El acto que ha estado amenizado musicalmente por la agrupación de gaitas Alegría Berciana, y ha contado también con la participación de Yolanda Ordás, quien le conoció en su día cuando en más de una ocasión lo tuvo detrás de los micrófonos en las entrevistas que le realizó. Ordás no ha querido que hoy fuera un día triste, “Es un acto de amistad y popular en honor a Miguel Fernández Álvarez”, ha afirmado, recordando además cuando Sira exponía todos los años sus fotografías en el colegio Campo de la Cruz durante las Fiestas de la Encina; fotografías que luego viajaban a otros países como regalos a bercianos en el extranjero o pasaban a formar parte de la decoración de muchas casas.

Ordás ha finalizado su recuerdo de Sira describiendo su carácter jovial, afable, alegre y hasta presumido.. Lo primero que decía era ¿cuántos años me echa?, parecía un chaval, era un hombre trabajador, amante de la familia, de su mujer Adelita y de sus tres hijas, Lucía, Melena y Mili.

Parque dedicado a Sira, junto al camino de acceso a Otero. Foto: Raúl C.