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El TSJ anula el permiso de quema de orujillo en Cosmos, BAL lo celebra y pide la dimisión de Quiñones
Bierzo Aire Limpio exige la suspensión inmediata del uso de este residuo tóxico y la dimisión del consejero Suárez Quiñones por permitir que la planta incinere este material sin evaluación ambiental desde 2020
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha anulado con todas las consecuencias la autorización concedida en 2020 por la Junta de Castilla y León a la multinacional Votorantim Cosmos para quemar en su cementera de Toral de los Vados hasta 40.000 toneladas de orujillo de aceituna, residuo considerado como tóxico.
La autorización fue recurrida por la ong ecologista Bierzo Aire Limpio, a la que ahora da la razón el TSJ, cuya sentencia de 6 de noviembre de 2023, anula la Orden FYM/1505/2020 de la Consejería de Fomento de Castilla y León.
Según un comunicado de Bierzo Aire Limpio, la orden anulada concedía permiso para quemar hasta 40.000 toneladas de orujillo de aceituna, residuo considerado tóxico, lo que —sumado a otras 35.000 toneladas al año de neumáticos— «despertó todas las alarmas entre la población de la zona y los colectivos ecologistas». Adicionalmente, la cementera solicitó también permiso a la Junta de Castilla y León para incinerar cascarilla de acero, lodos, refractario, yeso térmico, cenizas, plástico, caucho, lodos de orujillo y residuos con disolvente, entre otros residuos tóxicos”.
La sentencia —prosigue Bierzo Aire Limpio— «corrige de plano el trato de favor que el consejero Suárez Quiñones otorga a la multinacional Votorantim, que autorizó el uso sin haber sometido esta petición a una previa Evaluación de Impacto Ambiental requerida legalmente».
Bierzo Aire Limpio alegó ante el Tribunal los perjuicios de permitir incinerar en el corazón de la comarca berciana, en el centro neurálgico de su huerta, viñedo y denominaciones de origen, la quema de un residuo peligroso y perjudicial para la salud humana y del medio ambiente.
Según los abogados de la entidad ecologista Víctor A. Bayón y Gracia F. Caballero, la sentencia del TSJCyL declara con claridad que “el orujillo de la aceituna es un residuo”, tal y como opina el Ministerio para la Transición Ecológica y “no una materia prima, como pretendían defender erróneamente Votorantim y la Consejería de Fomento”.
Los peritos aportados por Bierzo Aire Limpio, y estimados por el Tribunal, aprecian que el orujillo es “peligroso porque en su destilación está presente un compuesto químico como el hexano, además de ser explosivo, inflamable, irritante y corrosivo”; existiendo precedentes de explosiones y accidentes en Andalucía. “Lo que es indudable —afirma la sentencia— es que la destilación del aceite de orujo se realiza con químicos que permanecen en el aceite, y cuya combustión segrega sustancias con potencial de riesgos para la salud”.
Tras esta sentencia, Bierzo Aire Limpio exige a Votorantim la suspensión inmediata de la quema de orujillo y pide de nuevo la dimisión del consejero Suárez-Quiñones “primer responsable de este desafuero tramitado a espaldas de la participación ciudadana y de haber permitido durante tres años que la planta incinere este material ilegalmente, sin haberlo sometido previamente a Evaluación de Impacto Ambiental”.
Además de este pleito, Bierzo Aire Limpio mantiene abierto otro contencioso-administrativo que sigue pendiente de sentencia contra la quema de neumáticos y la incineración de coque de petróleo, gasóleo, carbón y biomasa forestal, cascarilla de acero, lodos, restos de refractario, escombros de construcción, yeso térmico, cenizas volantes de carbón, plástico y caucho, residuos con disolventes, y combustible derivado de residuos.
“Queda claro que la incineración de estas 110.000 toneladas anuales de residuos también autorizados ―concluye Bierzo Aire Limpio―, pone en peligro los vinos y los productos de la huerta berciana en los mercados internacionales, en el momento más delicado y sensible, y compromete el futuro del Bierzo. Estamos ante un claro desprecio de Suárez-Quiñones al Bierzo, sin tener en cuenta las 12.000 firmas y los cientos de alegaciones presentadas, ni la opinión del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos del Bierzo y del resto de las denominaciones y marcas de garantía, o las recomendaciones del Procurador del Común”.