Fornela recupera la celebración de su romería a La Santina y las ancestrales danzas de Peranzanes y Chano

Tras dos años de parón por la pandemia del coronavirus, el valle de Fornela volvió celebrar su día grande, el 15 de agosto, con la romería a la Virgen de Trascastro (La Santina) y las populares y ancestrales danzas de Peranzanes y Chano.

Son fiestas que demuestran que sus pueblos están llenos de vida, por eso el alcalde de Peranzanes, Vicente Díaz Fernández, pidió mejores infraestructuras, y la finalización del centro de día y la residencia, para que los jóvenes tengan un futuro en la tierra que los vio nacer.

Con la llegada de los danzantes y las vírgenes de Peranzanes y Chano empezó esta celebración, declarada de Interés Turístico Provincial y Comarcal, que aspirará al reconocimiento regional una vez se presente el nuevo expediente a la Junta de Castilla y León separando la romería de las danzas.

Las vírgenes que se encuentran con la de Trascastro en el interior de la iglesia salen en procesión alrededor del templo para dar paso a la misa. Es un evento que reúne todos los años no solamente a fornelos sino también a visitantes de todo el Bierzo. Como recordó el pregonero de esta edición, el presidente del Consejo Comarcal, Gerardo Álvarez Courel.

Las danzas de Fornela aglutinan siglos de tradición y, por ello, son la celebración más antigua de la Comarca y únicas en la provincia y en la región.

Tras la misa llegan la loas, este año a cargo de Trascastro, donde una representante del pueblo realizó las alabanzas a la Virgen y reflejó en sus palabras los sentimientos de los pueblos y las tradiciones del Valle. Tras la loa, Trascastro entregó la llave del Santuario al pedáneo de Cariseda, el pueblo que recoge el testigo para la loa del año que viene.

La mañana se clausuró con los danzantes de Peranzanes que, una vez más, tocaron con su bailes y música la fibra más sensible de estas gentes que acuden desde el valle y desde todos los rincones del país a reivindicar su identidad.