Arte
Gerardo Queipo presenta Germinaciones en el MARCA
Embarrarte se presentó además en el año 2009 en la India a través de la Fundación Sanskriti Kenda de Delhi y bajo la organización de la Blue Delhi Potery.
Gerardo Queipo ha dirigido durante más de 30 años la Escuela Municipal de Cerámica de Ponferrada y ha obtenido en dos bienales consecutivas de artesanía de la Junta de Castilla y León los premios a la mejor obra cerámica en los años 1997 y 1999, además del Premio Nacional de Artesanía Ciudad de Segovia en el año 1995.
Su obra cerámica ha recorrido diferentes etapas de construcción lógica, protagonizadas tanto por las características de las técnicas empleadas como por los conceptos reivindicativos y de denuncia, puestos de manifiesto mediante la metáfora y su particular lenguaje plástico, abierto a grandes texturas y formas naturales capaces de introducirnos en visiones fantástico-realistas.
Sobre ese período creativo, el reconocido etnógrafo y escritor leonés Joaquín Alonso relacionó el contenido conceptual de la obra producida, con el hecho de ser generada en un contexto vital en el que la frondosidad de la tierra se manifestaba con toda su generosa plenitud, trasladando los matices del acontecer de cada una de las estaciones en las que se divide el ciclo anual, a la obra que pacientemente iba surgiendo en el taller del ceramista. Una circunstancia que facilitó la construcción de unos mundos cerámicos cuyos conceptos se encontraban muy cercanos e incluso implícitos en lo más elemental de la vida que se renueva con la fertilidad de sus semillas, es decir, en la germinación.
A su entender, esta ha sido, al menos durante ese período de actividad artística, “la elaborada sutileza de la vocación y trayectoria de este artista, que se fue consumando con la determinación de un acaso recio carácter y la disconformidad ante un mundo demasiado materializado en el que, probablemente, lo más próximo al equilibrio en estado puro se encontrase en ese permanente y renovado germinar del entorno natural no avasallado por el hombre”. Aún más, el autor citado señala que “cuando una obra invita a la reflexión, bien por su apariencia o bien por el juego de intenciones implícitas, es que la obra no es hija del azar y sí del argumento”.
Es por ello que las primeras sensaciones visuales de la cerámica de este período, estaban sometidas a la contundencia de sus formas, poco aparatosas y apegadas al equilibrio que se quiere alcanzar pero que todavía no llega a ser; a los contextos cromáticos naturales que proporcionaban sus tonos térreos y ferruginosos, y a la adustez de su materialidad conseguida mediante el particular tratamiento del grés con chamotas y el uso de materiales refractarios con engobes vitrificados sometidos a altas temperaturas”.
En la actualidad, parte de un argumento en principio más futurista y a la vez muy próximo a los conceptos de Aldo Pellegrini, basados en los “Fundamentos de una estética de la destrucción”. Los cuales proponen que las leyes de la destrucción son más profundas y más extensas que las de la construcción, estando ambos mecanismos asociados, puesto que nada se puede construir sin una etapa previa destructiva. Una lenta y solapada corriente de destrucción circula por la naturaleza que nos rodea, y que toda esta tarea confluye en la construcción de la vida.
Desde estos argumentos, la sugerencia está servida y el intento por seguir creando un lenguaje que le sirva, como en etapas anteriores, para expresar otras ideas y otras realidades; ideas que habrán de surgir de la construcción de nuevas formas a partir de elementos provocados por la destrucción de otros volúmenes que a su vez , en la construcción, originarán texturas y elementos en desequilibrio, en un proceso que define como DECONSTRUCCIÓN, cuyo fin ha de concretarse en una obra plástica sugerente y de carácter reflexivo.
Esta muestra estará abierta al público durante los meses de septiembre y octubre.