Isabel Ordaz protagonizará «Lúcido» en el Bergidum

Isabel Ordaz, popular en los últimos años por sus papeles en televisión, encabeza el ajustado reparto de Lúcido, un texto a medio camino entre la comedia y el drama escrito por el argentino Rafael Spregelburd y puesto en escena por el Teatro de la Danza bajo la dirección de Amelia Ochandiano. La función llega al Bergidum el próximo jueves, 24 de octubre (21 horas).

Después de quince años de ausencia y silencio, Lucrecia vuelve a casa de Teté, su madre, que vive con su hermano Lucas, buscando «lo que es suyo». Esta exigencia despertará en Teté las peores pesadillas y hará aflorar todos los secretos y las mentiras del pasado. Lúcido es, en realidad, un juego entre sueños y realidades donde nada es lo que parece y donde pasan cosas un tanto surrealistas: un hijo vestido con la ropa de su madre por consejo de su psicólogo; una pareja que juega al bádminton con la vajilla y una hija que rebate sistemáticamente los falsos recuerdos que su madre insiste en atribuirle.

La directora del montaje, Amelia Ochandiano, asegura que estamos ante «un texto divertido, sorprendente, emocionante y comprometido. Una comedia casi policiaca que se convierte en melodrama, y que habla de la pérdida, del sacrificio, del arrepentimiento, del consuelo que producen los sueños y del poder curativo del arte».

Recomendado por la Red Española de Teatros, la crítica ha subrayado especialmente la dirección y el trabajo actoral del montaje, que integran Isabel Ordaz, Alberto Amarilla, Itziar Miranda y Miguel Uribe. Así, en El Mundo, Manuel Hidalgo recomienda no perderse esta obra: «Muy buena dirección de Amelia Ochandiano y excelentes actores, empezando por Isabel Ordaz.”

«La Ordaz ‑dice otro crítico‑ se lleva la función de calle. Su Teté, protagonista encubierta de la obra, funciona magistralmente en los momentos de comedia, con ese ramalazo de madre histérica y coñazo, pero, cuando tiene que virar el tono hacia la tragedia, el patio de butacas enmudece compungido. Isabel Ordaz está bien secundada por el resto del reparto, encabezado por un Alberto Amarilla cuyo Lucas es el heredero de la inestabilidad emocional materna. También muy en su lugar el actor extremeño, muy creíble en su interpretación de un personaje que es una mezcla de neurosis y ternura. Itziar Miranda pone un contrapunto de cierta serenidad, con desenvoltura y verosimilitud».