Cultura
La Companhia do Chapitô llega desde Lisboa dispuesta a poner a Napoleón patas arriba
El grupo lisboeta Companhia do Chapitô ha visitado el Bergidum en varias ocasiones en los últimos años, dejando tras de sí el buen sabor de boca de un trabajo que combina el rigor del teatro físico con el humor aplicado a las historias más trágica. La compañía portuguesa regresa al Bergidum el jueves, 25 de marzo (19,30 horas), con Napoleón (o el complejo de épico), en el que se usa la alegría del teatro para desmontar el poder y sus afanes.
Sus hilarantes versiones de Edipo y Electra fueron buena prueba de la originalidad de esta formación. Fundada en 1996 y con sede en un hermoso espacio multifuncional que mira al Tajo bajo el Castillo de San Jorge de Lisboa, la compañía ha forjado su trayectoria apoyando el trabajo de creación colectiva y unas sobresalientes y cuidadas interpretaciones. Sus montajes han viajado por medio mundo, desde Alemania a Uruguay.
En Napoleón (o el complejo de épico), el grupo dice debatirse entre la fascinación y la repulsa en el intento de comprender al hombre que fue Napoleón y el fenómeno creado en su entorno. Cuestiona la relevancia política y social del personaje, y constata que mantiene toda su actualidad. Su ambición personal, audacia y determinación le llevaron muy lejos, expandiendo territorios y apropiándose de los ideales de la Revolución Francesa.
Más tarde se rodeó de los valores aristocráticos que había despreciado, centralizó en su persona el poder y se autoproclamó Emperador. Su fuerza de voluntad era única. Su caída fue proporcional a su ascensión. Una vida romántica que reúne todos los ingredientes para una gran historia. “Mucho se ha dicho y se dirá sobre Napoleón Bonaparte. Al público le toca condenar o celebrar tanto su figura histórica como el hombre que fue Napoleón. A nosotros nos toca la tarea de contar, desde el humor y el lirismo, el reverso de la historia. Porque todas las monedas tienen una doble faz: Cara o Corona”, sostiene la compañía.
Interpretada por Jorge Cruz, Susana Nunes y Tiago Viegas, Napoleón (o el complejo épico) nos presenta la vida de un pequeño Napoleón con aires de grandeza y sueños aparentemente inabarcables: “Todo -ha dicho la crítica- desde una perspectiva muy diferente, presentando la ascensión del emperador y su caída. Plantean a un personaje que se mueve entre la fascinación y el repudio con un lenguaje físico y visual muy creativo donde los actores están maravillosamente coreografiados y su interpretación es intachable”. Chapitô consigue romper una y otra vez de manera magistral el corto concepto del teatro al que el espectador medio está acostumbrado.