Educación
La ULE garantiza la realización de exámenes al alumnado positivo por covid-19
La evaluación del alumnado se inició el pasado jueves en todas las facultades y escuelas con normalidad. A fecha 15 de enero, el SiVEULE registra 305 casos positivos entre estudiantes y 27 en el colectivo de trabajadores.
La Universidad de León (ULE) inició el pasado jueves el periodo de exámenes de la primera convocatoria del curso académico 2021-22, que se prolongará hasta el 25 de enero. A pesar de la incidencia en la población leonesa de positivos por coronavirus en la sexta ola de la COVID-19, la ULE mantiene la presencialidad de las pruebas con total garantías, en todos los centros docentes y en constante comunicación con el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de la ULE (SiVEULE), órgano que sigue valorando la situación día a día.
La vicerrectora de Actividad Académica, Nuria González, destaca que desde el inicio del curso 2020-2021, la institución universitaria “ha apostado por la presencialidad, no solamente en la impartición de clases, sino también en la evaluación del alumnado”.
Un hecho que también ha trasladado el rector, Juan Francisco García Marín, a los decanos y directores de centro a quienes ha indicado que respecto al periodo de exámenes “se deberán tener en cuenta el número de alumnos positivos y confinados en el momento de realización del examen, a los cuales hay que facilitarles otra fecha de realización del mismo, es decir, estamos en una situación similar a la del curso pasado”.
Según datos del Sistema de Vigilancia Epidemiológica, coordinado por el profesor Vicente Martín Sánchez, a fecha de 15 de enero se registran 305 casos positivos entre estudiantes, y 27 en el colectivo de trabajadores.
La experiencia acumulada por la ULE en la adopción de medidas higienico-sanitarias y de garantías en la docencia presencial en estos casi dos años de pandemia, también contempla (como así se hizo el pasado curso) el escenario de estudiantes positivos. En este caso ningún alumno se quedará sin hacer las pruebas de evaluación si da positivo en COVID, ya que una vez que lo comunique al SIVEULE, éste trasladará la incidencia al decano o director del centro al que pertenezca el estudiante y a su vez se comunicará al docente responsable de la asignatura quien habrá de fijar una fecha posterior para la realización de la prueba. Por otro lado, si quien da positivo es el profesor o profesora, el departamento arbitrará las medidas necesarias para que el examen tenga lugar en la misma fecha y hora prevista en el calendario, en estos casos, otros docentes se encargarían de su vigilancia.
Protocolo
Ante la posible aparición de incidencias por Covid-19, el Sistema de Vigilancia Epidemiológica mantiene un detallado protocolo de actuación para el desarrollo de la evaluación al alumnado que entró en vigor en enero de 2021. Este protocolo contempla una serie de pautas a cumplir desde la responsabilidad de pertenecer a la comunidad universitaria, que están dirigidas tanto al profesorado como al alumnado, además de indicar cómo han de mantenerse los espacios en los que se realicen los exámenes en los distintos centros y facultades. A este respecto, establece que las aulas han de estar abiertas con 20 minutos de antelación y, si el edificio lo permite, por distintos accesos. También se especifican otras medidas de seguridad como uso obligatorio de mascarilla dentro y fuera de los edificios, mantener siempre la distancia de seguridad, y acudir a las pruebas con el material requerido ya que no se puede compartir su uso.
La CRUE hacía público hace unos días un comunicado en defensa del regreso a la presencialidad en las aulas universitarias. “Las universidades ya han acreditado ser espacios seguros. Con el compromiso y la responsabilidad demostrada por PDI, PAS y estudiantado en las campañas de vacunación, con los planes antiCovid de los que disponen las universidades desde el inicio del curso y con el estricto mantenimiento de las cuarentenas marcadas ahora por las autoridades sanitarias, la posibilidad de que se produzcan brotes de la enfermedad se reduce a unos márgenes que justifican la apuesta por la presencialidad”.