Cultura
La ULE se suma a las felicitaciones a Luis Mateo Díez por el Premio Nacional de las Letras
La Universidad de León se ha sumado a las numerosas y calurosas felcitiaciones que ha recibido el escritor de Villablino, Luis Mateo Díez, por su reciente Premio Naciola de las Letras Españolas, ortorgado por el Ministerio de Cultura.
El Rector de la Universidad de León (ULE), Juan Francisco García Marín, ha manifestado su “más sincera enhorabuena por este merecido reconocimiento” al escritor y académico Luis Mateo Diez por el Premio Nacional de las Letras Españolas que concede el Ministerio de Cultura. Luis Mateo Diez es además Doctor Honoris Causa de la ULE desde 2014 y durante aquella ceremonia de investidura se refirió a su etapa universitaria “en la que conseguí ser un licenciado en Derecho con más dejación que ganas”, y destacó que desde muy joven tenía “vendida su alma al diablo, a la escritura, a esa suerte de pasión desordenada”. Y tras hacer un recorrido por los territorios simbólicos de su creación literaria concluyó que “el honor que me merecéis está por encima de muchos otros reconocimientos”.
El premio, concedido por el Ministerio de Cultura, trata de reconocer el conjunto de la obra literaria de un autor vivo, escrita en cualquiera de las lenguas españolas oficiales. Y así el jurado destacó de Luis Mateo Diez “que su singularidad como escritor en diversos géneros es heredera de una cultura oral en la que nace y de la que registra su progresiva desaparición”.
El escritor Luis Mateo Díez, licenciado en Derecho y funcionario jubilado del Ayuntamiento de Madrid, colaboró entre 1963 y 1968 en la revista poética Claraboya. Con la trilogía formada por El espíritu del páramo, La ruina del cielo y El oscurecer, creó su propio territorio imaginario: el reino de Celama, metáfora rural y «ventana a lo más hondo y misterioso del corazón humano». En 2000 Luis Mateo Díez fue distinguido con el Premio Leonés del Año y desde 2001 es Académico de la RAE.
Traducida a distintas lenguas, su obra literaria ha sido objeto de tesis doctorales en universidades españolas, europeas y americanas. Entre los galardones que ha recibido figuran el Premio Café Gijón por Apócrifo del clavel y la espina (1972), el Premio Ignacio Aldecoa por Cenizas (1976), el Premio Nacional de Narrativa (1987 y 2000) por La fuente de la edad y La ruina del cielo —con las que obtuvo también el Premio de la Crítica—, el Premio Castilla y León de las Letras (2000), y el Premio Francisco Umbral por La cabeza en llamas (2012). Ha publicado sus novelas cortas reunidas en un solo volumen titulado Fábulas del sentimiento. En 2013 donó a la Biblioteca Nacional de España varios manuscritos de novelas y apuntes preparatorios. En 2014 llegó a las librerías La soledad de los perdidos y en 2015 apareció su obra Los desayunos del Café Borenes.