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La Vuelta será el termómetro del Mundial de Ponferrada
«Siempre que se acabe con salud, la Vuelta es la mejor preparación posible para el Mundial», estima Javier Mínguez, seleccionador español y asesor deportivo de los Campeonatos del Mundo.
Mínguez sabe mejor que nadie que la Vuelta es el mejor termómetro para la cita mundialista. «Las etapas de la Vuelta no tienen la distancia del Mundial -la más larga es la que finalizará en Albacete, con 207,4 km-, pero pese a eso es la mejor preparación posible siempre que se salga de ella con salud», insiste el técnico español.
Que la Vuelta es la mejor preparación para el Mundial es obvio si tenemos en cuenta que en este siglo sólo tres corredores, Vainsteins en Plouay 2000, Cavendish en Copenhague 2011 y Rui Costa en Florencia 2013, ganaron sin haber participado antes en la Vuelta a España. Freire, en dos ocasiones, Bettini, otras dos, Cipollini, Astarloa, Boonen, Ballan, Evans, Hushovd y Gilbert fueron, por el contrario, campeones del Mundo después de haber puesto a punto sus piernas en la ronda española.
«La Vuelta finalizará en Santiago el 14 de septiembre. Dos semanas después se disputará el Mundial de fondo de profesionales», sigue explicando el seleccionador español. «Es tiempo más que suficiente para recuperarse e, incluso, para hacer algún entrenamiento de fondo», ya que al cuerpo habrá que recordarle que aún no ha finalizado la temporada.
A Mínguez, sin embargo, le preocupa una cosa: «Lo ideal, pensando en el Mundial, es afrontar la Vuelta como preparación. Es lo que hacía Bettini y, por ejemplo, lo que hizo Gilbert en 2012, porque sólo apretó para probarse dos o tres días. Los españoles, sin embargo, corren en casa y están obligados a dejarse la piel», dice el técnico español, aunque eso, como se vio en Florencia, donde Joaquim Rodríguez fue segundo y Alejandro Valverde tercero, no necesariamente debe ser un problema, sobre todo si la carrera resulta dura y selectiva.
«El circuito de Ponferrada es duro, pero no selectivo», avisa Mínguez. «Pero entre las subidas y los descensos, apenas habrá tiempo para recuperarse y organizarse. No será fácil hacer labor de equipo, luego me da la sensación de que va a ser un recorrido y un Mundial muy propicio para las escapadas».
El hecho de que la Vuelta a España no acabe este año en Madrid, sino en Santiago de Compostela, también favorece al Mundial de Ponferrada. «La proximidad supone una gran comodidad para los equipos», comenta Javier Mínguez, «porque se podrán quedar por la zona con los autobuses y camiones sin necesidad de recorrerse, como otras veces, media Europa en pocos días».
Más que nunca, por tanto, la Vuelta a España puede ser la mejor preparación, el mejor banco de pruebas y el mejor aliado del Campeonato del Mundo, que en 2014 se disputará, como ya todo el mundo sabe, en Ponferrada.