Natura
Los vecinos de Otero de Toral celebran la desautorización de la planta fotovoltaica Compas II
Los vecino de Otero de Toral piden que en la denegación del proyecto Compas II, de diciembre de 2024, se incluyan las irregularidades que se encontraron en los contratos y que se mencione que no se contó con ellos para decidir su desarrollo.
En marzo de 2021 los vecinos de Toral de Otero se manifestaron para mostrar su oposición a los contratos de cesión de terrenos por parte de la Junta Vecinal al proyecto fotovoltaico Compas II del grupo sevillano Coral Renovables. Ahora, tras hacer una moción de censura a la propia directiva y cuatro años de lucha denunciando la ilegalidad de los contratos han recibido la notificación de la Junta (23 de diciembre de 2024) que anula los contratos y la autorización para la implantación de las placas.
La Junta ha denegado el proyecto basándose en el incumplimiento de los plazos y el uso del suelo forestal, pero los vecinos defienden que se tienen que incluir en la resolución todas las irregularidades con las que se presentó y dio el visto bueno a esta iniciativa.
Para defender sus intereses, los afectado se asesoraron con los abogados Benito López y Julio Gutiérrez para reclamar sus derechos y que sus quejas fueran atendidas por las instancias superiores, quienes destacan que la revisión de los contratos se deberá hacer también en los otros municipios incluidos: Toral de los Vados, Corullón, Villafranca del Bierzo, Cacabelos, Arganza, Sancedo, Cabañas Raras, Ponferrada y Cubillos del Sil.
En el caso de Cubillos del Sil, vecinos como el concejal de Ciudadanos, Tomás Ramos, denuncian el daño que se puede hacer al entorno si el proyecto termina ejecutándose en Fresnedo y Cabañinas.
Además de Bierzo Aire Limpio, la lucha de estos vecinos contó con el apoyo de la Plataforma en Defensa de la Cordillera Cantábrica, que denuncia no solo cómo se están tramitando los macroproyectos energéticos en el Bierzo sino también la falta de rigor de los estudios de impacto ambiental que se presentan.
La Junta Vecinal y las plataformas que la apoyan esperan que, aunque la promotora puede presentar ante la Junta un recurso de alzada, el resto de contratos de las pedanías afectadas caigan por su propio peso al igual que ha ocurrido en Otero de Toral porque el proyecto nació viciado desde el principio.