Coronavirus Covid-19
Mientras la comunidad científica busca una vacuna contra la covid-19, otros se aprovechan del miedo para lucrarse
Recientemente la Red de Terapia Celular (TerCel) ha publicado en su página web un comunicado de la Agencia Europeo de Medicamento (EMA) en el que se advierte de los riesgos de usar terapias basadas en células no probadas.
El impacto clínico y mediático que tiene la COVID-19 ha provocado que parte de esta picaresca se desvíe hacia la oferta de tratamientos supuestamente preventivos o curativos de la enfermedad. Sin embargo, como recuerdan estos expertos, “en los ensayos las células van dirigidas a pacientes que están gravemente afectados por el SARS-CoV-2 y no se están aplicando ni como método de prevención ni como antivirales”, como prometen algunas desinformaciones que recoge el artículo publicado en Cell Stem Cell.
En relación a la COVID-19, desde el Comité de Buenas Prácticas en Terapia Celular de la Red TerCel indican a SINC que en estos momentos en España se han aprobado cinco ensayos clínicos con células madre mesenquimales –que pueden dar lugar a varios tipos de células–. El objetivo es intentar disminuir la inflamación en los pacientes más graves con neumonía por coronavirus SARS-CoV-2, “pero no se dispone todavía de resultados pues todos se encuentran en una fase muy inicial”, señalan estas fuentes.
En un artículo publicado en la revista Cell Stem Cell, Turner, que es profesor en el Centro de Bioética de la Universidad de Minnesota (EEUU), denuncia que algunas empresas aprovechan los temores generalizados para vender supuestos tratamientos con células madre dirigidos a la COVID-19. “Dichas empresas se dirigen a clientes potenciales con afirmaciones engañosas, exponen a los pacientes a productos basados en células madre potencialmente peligrosos y socaban los esfuerzos para desarrollar tratamientos basados en evidencia para la COVID-19”, alega.
La FDA y la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos han enviado cartas de advertencia a varias de estas empresas por vender productos fraudulentos contra la enfermedad. Les dan un plazo de 48 horas para responderlas y corregir las irregularidades. “Las compañías que venden productos que afirman fraudulentamente prevenir, tratar o curar la COVID-19 pueden estar sujetas a acciones legales, que incluyen, entre otras, la incautación o una orden judicial”, advierten en un comunicado. Además, animan a los usuarios a que denuncien cualquier práctica sospechosa que encuentren en la red.
FUENTE: SINC