¿Sabías que?
Miguel Delibes: “Me inquieta que se oriente la ciencia solo hacia la tecnología”
Cada vez que un periodista le pregunta «¿qué has descubierto este año?», Miguel Delibes de Castro se siente desconcertado. Defiende que la ciencia avanza a pasos cortos y «no tiene que servir solo para cambiar el mundo; nos tiene que enseñar también que, como cambiemos mucho más la Tierra, no va a ser habitable». Máxima autoridad mundial sobre el lince ibérico, este científico ha compaginado su actividad investigadora con su faceta de divulgador, con libros como La naturaleza en peligro y La Tierra herida, escrito junto a su padre, el novelista Miguel Delibes.
FUENTE: SINC
No creo que tengamos que empezar diciendo: “Investigamos en Doñana para entender cómo funciona la naturaleza y eso nos ayuda porque dependemos de ella”. Antes habría que explicar desde la escuela por qué conocer el mundo es importante y cómo la ciencia es una herramienta imprescindible para ello, ya sea para estudiar ecología, materiales o astronomía. Me parece muy importante enseñar que la ciencia no es un sistema de creencias sino un proceso racional, y que no nace espontáneamente. Entonces ya se podrá transmitir que tenemos que conocer nuestra casa y a nuestros vecinos. Se podrá explicar que todos interactuamos y que el medio ambiente condiciona la forma en que podemos vivir. Este tipo de cosas son las que se estudian en la Estación Biológica de Doñana.
Así que se debería partir de una situación en la que ya se hubiera enseñado la importancia de la ciencia…
Claro. Decir que la ciencia es necesaria porque nos arregla los problemas, porque cura el cáncer, por ejemplo, supone convencer con el mismo estilo que un sistema de creencias. Es como decir: “Reza para curar el cáncer”. Te lo crees o no. Algo así dijo Humberto Eco, que afirmaba que era el aspecto mágico de la ciencia lo que se transmitía a la sociedad a través de los medios de comunicación. Se dice: “Descubierto un hogar del ser humano de hace un millón de años”. Y la gente dirá: “¿Cómo sabrán que es de hace un millón de años?”. Si no se explica todo el proceso, se tiende a pensar que hay unos tipos con unas virtudes especiales que se dedican a estas cosas y se transmite esa impresión de algo poco racional, mágico… Enseñar el método científico es algo que debería comenzar en la escuela. Entonces se entendería que todo conocimiento científico es útil.
¿Cree que no se está haciendo?
Más bien hay un déficit. Hay una tendencia, mucho más acusada desde que atravesamos un mal momento económico, a poner por delante la utilidad de la ciencia. Esa sociedad más culta a la que aspiramos debería aprender lo que tiene de maravilloso el proceso de avanzar en el conocimiento, cómo se van dando pasos, más que hacer de golpe grandes descubrimientos. Me desconcierta cuando me llama algún periodista y me dice: “¿Qué has descubierto este año?”. No sé cómo contestar. Luego, la sociedad recibe ese mensaje y no sabe muy bien cómo se genera el conocimiento. Se nos ha contado mucho el descubrimiento del bossón de Higgs, pero pocos medios han explicado todo el tiempo que se lleva trabajando ahí, la participación de miles de científicos que han aportado pequeñas cosas.
¿Y quién debe asumir esa tarea?
La verdad es que no lo sé. Ha habido mucho debate entre los que dicen que comunicar es tarea de medios y periodistas, y los que piensan que debe ser tarea de los científicos. Yo creo que se puede trabajar de manera conjunta. Los científicos debemos tener más claro que hay que hacer nuestro mensaje entendible para la sociedad, y los periodistas deben tener claro que también hay que transmitir a la sociedad cómo se hace la ciencia, no solo sus resultados.
¿El científico tiene que asumir como parte de su trabajo la divulgación de la ciencia?
Sí, creo que es muy importante que nos involucremos en esto, no todo el tiempo o no por igual en toda la carrera científica. Hubo unos años, diez o doce, en los que estuve en plena tarea creadora y no era el momento de frenar una investigación para contarla. Pero hay otras épocas en las que es factible y enriquece. Si aprendes a comunicarte mejor con los lectores no especializados, también escribes mejor la ciencia.
¿En España está valorada la divulgación de la ciencia dentro de la esfera científica?
Hemos cambiado muchísimo en eso. Hemos pasado de que fuera no solo poco valorada, sino incluso negativa, a ser algo apreciado. He estado en tribunales de oposición del CSIC en los que parte del tribunal quería penalizar a los candidatos por haber dedicado tiempo a hacer divulgación, porque decían que ese tiempo le deberían haber dedicado a publicar más artículos científicos. Yo les decía: si en méritos científicos dos candidatos están parejos y uno además ha hecho divulgación, vamos a premiarle. De esto hace 25 años, ahora se ha cambiado.
Diferentes estudios señalan que nuestra sociedad presenta un nivel inferior de cultura científica respecto a otras sociedades europeas. ¿Cuáles cree que son las causas de ese déficit?
No me parece raro porque tenemos un déficit en todo lo relacionado con la ciencia que arrastramos al menos desde la guerra civil. En aquella época una gran parte de la sociedad era más ignorante que ahora, pero la gente culta conocía mejor la ciencia y a los científicos. Luego vinieron 40 años de sequía en los que, aunque España quisiera científicos, no los había. Hemos empezado con retraso respecto a otros países europeos. Probablemente en el terreno estrictamente científico avanzamos deprisa, porque creo que los planes de investigación desde 1980 han funcionado bien. Pero la sensación de que la educación en ciencia era importante es mucho más reciente. La gente dice que confía en los científicos porque le suena que eso es lo que se debe hacer, pero luego se les pide que nombren a algún científico y no conocen a ninguno.
¿Que el ciudadano de a pie tenga conocimientos científicos le puede beneficiar en su vida cotidiana?
Creo que un individuo con más conocimientos científicos tiene más capacidad de decidir y de entender el mundo. Una cuestión ardua es si eso te beneficia o te perjudica. Alguien ha dicho que algunas formas de pensar tenían valor de supervivencia; por ejemplo, se habría seleccionado el no angustiarse mucho, no dar muchas vueltas a la cosas, de forma que las personas más simples, que se limitaban a confiar en la providencia, tenían más tendencia a dejar hijos que quienes estaban angustiados pensando en cómo funcionará el universo, o arriesgándose a que les persiguieran…
¿Es complicado compaginar la carrera científica con la vida familiar?
Como toda actividad absorbente, te impone unas exigencias que pueden ser difíciles para la vida familiar, y creo que esto penaliza más a las mujeres. De la ciencia no te olvidas ni siquiera por la noche. Hay épocas en las que incluso sueñas con la investigación que estás haciendo y te levantas en medio de la noche para apuntar algo que se te ha ocurrido. Pero eso es algo propio de todas las profesiones creativas. Recuerdo que cuando mi padre era ya muy mayor, escribimos juntos un libro y a veces me decía: “Oye, casi no has avanzado en esto”. Yo le contestaba: “¿Cómo que no? Si casi no he podido dormir dándole vueltas…”. Y una vez me dijo: “Bendita vigilia creativa, quién la volviera a pillar”. Me impresionó. Tenía 80 y tantos años, a él ya no le pasaba y lo echaba de menos.
Ciencia
Se descubre cómo escribir con átomos todos los libros del mundo en un soporte de cobre del tamaño de un sello
Un bit de información se puede registrar por la posición de un solo átomo de cloro en una superficie metálica, y de esta forma se podrían crear dispositivos de almacenamiento de datos del tamaño de un sello con el contenido de todos los libros de la humanidad. El avance lo acaban de demostrar investigadores de la Universidad de Delf (Países Bajos) con la colaboración de un científico español.
En 1959, el físico estadounidense Richard Feynman pronunció su famosa conferencia There’s plenty of room at the bottom (Hay mucho sitio al fondo) donde planteó que si tuviéramos una plataforma en la que se pudieran organizar los átomos individuales en un patrón ordenado, sería posible almacenar una pieza de información en un átomo.
Ahora su sueño se ha hecho realidad. Un equipo de científicos del Instituto Kavli de Nanociencia de la Universidad de Delft (Países Bajos) ha logrado construir una memoria de 1 kilobyte (8.000 bits), donde cada bit está representado por la posición de un solo átomo de cloro sobre una superficie de cobre.
Además, en honor al visionario Feynman, los investigadores han codificado unos párrafos de la conferencia de Feynman en un espacio de 100 nanómetros de ancho. Para ello han utilizado un microscopio de efecto túnel (STM), cuya punta es capaz observar los átomos y moverlos de uno a uno al lugar deseado.
«Se podría comparar a un puzzle», explica Sander Otte, el científico que lidera la investigación, publicada esta semana en Nature Nanotechnology. «Cada bit consiste en dos posiciones sobre la superficie de átomos de cobre, de tal forma que un átomo de cloro se puede deslizar hacia atrás y adelante entre estas dos posiciones”.
“Si el átomo de cloro está en la posición superior, hay un agujero debajo de ella, y correspondería a un bit 1 –añade el experto–. Si el orificio está en la posición superior y, por tanto, el átomo de cloro está en la parte inferior, entonces el bit es un 0».
Como los átomos de cloro están rodeados por otros átomos del mismo elemento, excepto cerca de los agujeros, se mantienen en su lugar. Por este motivo el método de los huecos es mucho más estable que otros anteriores con átomos sueltos, además de ser más adecuado para el almacenamiento de datos, según los autores.
Cada día se generan más de mil millones de gigabytes de nuevos datos en nuestra sociedad tecnológica, y para almacenar tanta información cada vez es más importante que cada bit ocupe el menor espacio posible. Los científicos del Instituto Kavli han logrado llevar esa reducción al límite: construir una memoria de 1 kilobyte (8.000 bits), donde cada bit está representado por la posición de un solo átomo de cloro.
«En teoría, esta densidad de almacenamiento permitiría que todos los libros que ha sido creados por la humanidad pudieran ser escritos en un solo sello de correos», destaca Otte.
En concreto, los científicos llegaron a una densidad de almacenamiento de 500 terabits por pulgada cuadrada (Tbpsi), 500 veces mayor que la del mejor disco duro comercial disponible actualmente.
Una de las limitaciones del dispositivo es que opera a temperaturas muy bajas, pero también mejora lo conseguido hasta ahora. Hoy se necesitan temperaturas en el rango del helio liquido (4 grados kelvin) para configuraciones estables, y la modificación de la posición de un solo átomo requiere la regeneración de toda la superficie de trabajo.
Sin embargo, Otte y sus colegas, entre los que figura el español Joaquín Fernández Rossier, han logrado preservar las posiciones de más de 8.000 vacantes de cloro (donde faltan átomos) durante más de 40 horas a 77 grados Kelvin. Al definir un alfabeto binario basado en posiciones de vacantes o puestos libres, se pueden almacenar sobre la superficie diferentes textos, como el fragmento de la conferencia de Feynman, y luego modificarlo a voluntad bit a bit.
La velocidad del proceso de escritura y lectura todavía es lenta (varios minutos) en este dispositivo, que tendrá que ser optimizado antes de poderlo aplicar en la tecnología cotidiana, pero estos resultados demuestran que se pueden crear memorias de almacenamiento de datos que superen en gran medida a los discos duros actuales.
FUENTE: SINC
Referencia bibliográfica:
[box style=»2″]
Sander Otte et al.”A kilobyte rewritable atomic memory”. Nature Nanotechnology, julio de 2016.
[/box]
Video en inglés:
Ciencia
Con ‘amor’ la evolución funciona mejor
La búsqueda de pareja por parte de los humanos, muchas veces frustrada por las limitaciones que nosotros mismos nos creamos, tiene sus costes y sus beneficios si se tiene en cuenta el resultado biológico final: tener hijos. Un experimento con pájaros demuestra que cuanto más ‘amor’ existe en la pareja, más probabilidades existen de que la descendencia sobreviva.
Los humanos somos extremadamente exigentes a la hora de encontrar pareja, sentar cabeza y tener hijos. Todo esto ocurre después de un proceso que incluye flirteos, salir con los amigos, acceder a webs de contactos, tener citas embarazosas, ser rechazado o retirarse a tiempo. Pero al final llega la buena suerte, nos enamoramos y vivimos felices.
Sin embargo, el proceso para encontrar pareja podría ir en contra de la propia evolución, cuya meta final es el apareamiento. El amor puede llegar a ser un negocio con beneficios pero también con ciertos costes con muchas frustraciones y limitaciones éticas en el caso de los humanos. Pero, ¿qué consecuencias evolutivas tiene la búsqueda de pareja?
Para responder a esta pregunta, un equipo de científicos alemanes realizó una sesión de speed-dating (citas rápidas) con una población de 160 pájaros llamados diamantes mandarín o pinzones cebra (Taeniopygia guttata), elegidos por compartir muchas características sociales con los humanos como la monogamia y la carga parental.
“En estas aves, las relaciones extraconyugales son más comunes en parejas que fueron asignadas. Con el tiempo el nivel de promiscuidad aumenta en los machos mientras que disminuye en las hembras. Esto también parece ser la tendencia en humanos”, explica a Sinc Malika Ihle, coautora del estudio publicado en PLoS Biology e investigadora en el Instituto Max Planck de Ornitología (Alemania).
Otra característica es que las hembras de pinzón cebra eligen a sus parejas de manera individual, es decir que no existe un consenso entre las hembras para determinar el macho más atractivo. Los investigadores dejaron grupos de 20 hembras elegir entre 20 machos. Una vez que se formaron parejas, el equipo dejó que la mitad de ellas viviera tranquilamente mientras que a la otra mitad les obligó a separarse y juntarse con otros individuos con el ‘corazón partido’.
Más pollos cuando hay ‘amor’
Una vez que se formaron todas las parejas (las felices y las de ‘conveniencia’), los científicos las dejaron criar en pajareras para evaluar sus comportamientos y medir los embriones y pollos muertos, así como los que sobrevivieron.
“Los resultados demuestran que las parejas que se eligieron libremente tuvieron pollos que sobrevivieron un 37% más que las que se formaron al azar y que por tanto tuvieron menor compatibilidad”, asegura Ihle. A esto se suma el hecho de que los nidos de las parejas que no se eligieron tuvieron tres veces más huevos no fertilizados que las parejas ‘felices’, un mayor número de huevos se ocultó o perdió, y muchos más pollos murieron al poco de nacer.
“La mayor parte de las muertes se produjo a las 48 horas, un periodo crítico para los padres, encargados del cuidado. En este sentido, los padres de las parejas que no tuvieron verdadera opción de elegir pareja fueron mucho menos cuidadosos con las tareas del nido”, indican los autores.
Los científicos observaron además que los machos de las parejas de ‘conveniencia’ prestaron la misma atención a sus parejas que los machos de las parejas felices. Sin embargo, las hembras fueron mucho menos receptivas y copularon mucho menos frecuentemente. Por tanto, estas parejas fueron menos atentas el uno hacia el otro y se produjo mayor infidelidad.
“El estudio permite entender cómo se produce la elección de pareja, qué consecuencias evolutivas tiene esta selección, y cómo se mantienen (de generación en generación) las preferencias de elección. Pero también es interesante para saber qué es realmente el amor”, declara a Sinc la experta.
FUENTE: SINC
[box style=»2″]
Referencia bibliográfica:
Malika Ihle et al. «Fitness Benefits of Mate Choice for Compatibility in a Socially Monogamous Species» PLOS Biology 14 de septiembre de 2015
[/box]
Ciencia
La Nasa encuentra al primo mayor de la Tierra
Las observaciones del telescopio espacial Kepler de la NASA han permitido detectar al primer planeta de un tamaño similar al de la Tierra orbitando en la zona habitable de una estrella parecida al Sol. Esta zona es la región alrededor de una estrella donde las temperaturas son las adecuadas para que el agua –un ingrediente esencial para la vida– exista en forma líquida.
El exoplaneta ha sido bautizado como Kepler-452b y se encuentra en la constelación de Cygnus, el Cisne, a unos 1.400 años luz de distancia. En esta ilustración se representa su posible apariencia, aunque los científicos todavía no saben si el planeta tiene océanos y continentes.
La NASA considera a Kepler-452b como “un primo más viejo y grande” que la Tierra, ya que es un 60% mayor que el nuestro. Orbita cada 385 días a su estrella, también de tipo espectral G2 como el Sol y con una temperatura y masa similares. Esa lejana estrella tiene unos 6.000 millones de años, unos 1.500 millones años más que la nuestra.
FUENTE: SINC
-
Ponferrada1 mes
Turismo cifra en 6.000 personas los asistentes al Asalto Irmandiño en el Castillo
-
Cultura6 días
El concurso de acordeón Aris del Puerto se consolida como referente nacional
-
Sociedad1 mes
Toreno homenajea a la mujer rural, la inclusión y la multiculturalidad
-
Bierzo4 semanas
Molinaseca celebra el Magosto y la plantación de árboles por los niños nacidos en el 2024
-
Bierzo1 mes
Camponaraya celebra el Magos Popular el sábado 9 de noviembre
-
Cultura1 mes
Las jornadas de Patrimonio del IEB destacan tres edificios vanguardistas de la arquitectura ponferradina
-
Natura2 meses
Castropodame rechaza de forma unánime la planta de biogás frente a la sede de la Junta
-
Sociedad2 meses
El Ayuntamiento de Castropodame convoca una concentración en Ponferrada contra la planta de biogás