Bierzo

Onamio, el pueblo donde los retornados se reencuentran con su pasado todos los veranos

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El pasado fin de semana Onamio celebró sus fiestas patronales con la inauguración de la rehabilitación de su ermita y la participación de los retornados, los que siempre vuelven la pueblo a reencontrase con su pasado

A primeros del mes de agosto tienen lugar en Onamio las fiestas del Divino Salvador. Son fechas de reencuentro donde la veintena de vecinos que viven de forma permanente en este pueblo, perteneciente al municipio de Molinaseca, comparten con los retornados y los visitantes cuatro días de celebración.

Este año, las fiestas coincidieron con la inauguración de la rehabilitación de la ermita del siglo XVI que se recuperó en 1967 para dar misa debido a que la iglesia del pueblo se hundió a consecuencia de la actividad minera del Coto Wagner en la zona. Tras una inversión de casi 20.000 euros, su interior ha quedado completamente acondicionado con el apoyo además de los vecinos, que han aportado a mayores casi 7.000 euros.

Sara Fernández forma parte de esos vecinos que vivieron en Onamio y que regresan todos los años para disfrutar del lugar donde sus vidas tomaron otro rumbo, en su caso cuando tenía tan solo 15 años. Afirma que entonces el pueblo estaba lleno de familias y ninguna casa estaba vacía. Otros, vienen a las fiestas desde localidades del entorno, como es Paradasolana, donde también tienen raíces familiares. Como recuerda Balbi Valle, que llegó a esta población hace 54 años y se casó con Luis López Morán, el pueblo ha cambiado mucho desde entonces.

El verano es también para recordar los años en los que compartieron muchas experiencias que quedaron en la memoria, a pesar de que algunos de ellos tuvieron que emigrar a otros países y continentes.

Por otro lado, la actividad minera de la MSP en la zona atrajo a muchos trabajadores como José Piri, que llegó desde Badajoz en aquellos años difíciles en los que se construyeron el poblado y la carretera de Molinaseca a Paradasolana. Piri terminó quedándose a vivir en Onamio porque encontró a la mujer de su vida.

Entre los recuerdos que marcaron la vida de los vecinos está la aparición de un gran agujero cerca de sus casas a mediados de 50 del siglo pasado, tal y como ocurrió en el 2023, al producirse un derrumbe en una de las galerías que la Minero construyó por debajo del pueblo para extraer hierro y que obligó a desalojar varias viviendas a su alrededor.

Por estas fechas Onamio se llena de vida, las casas se engalanan de flores y los jóvenes disfrutan de las actividades programadas, por la Comisión de Fiestas con la colaboración del Ayuntamiento de Molinaseca, y que incluyen hinchables, conciertos, chorizadas, rondallas y concursos.

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