En un sencillo acto, a la altura del número 340 de la Avenida de Portugal, el Ayuntamiento de Ponferrada ha rendido homenaje hoy a Jerónima Blanco y a su hijo, Fernando Cabo, que fueron asesinados por falangistas y tirados frente a su casa para que fueran encontrados por su marido Isaac Cabo, que se estaba huido.

«Contribuimos a saldar esa deuda que el Ayuntamiento de Ponferrada tiene con la memoria histórica del municipio», ha señalado el alcalde, Olegario Ramón, quien ha estado acompañado por otros miembros del equipo de gobierno y de la corporación municipal, representando al PSOE, Podemos, Coalición por el Bierzo, USE Bierzo y el PRB.

El monolito descubierto en su honor, ubicado en donde se realizaron en el 2008 las exhumaciones de parte de sus restos, recuerda aquel acto de barbarie cometido en 1936, Jerónima tenía 22 años y estaba embarazada. Un hecho que, para la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), debería reflejarse en los libros de texto para que el pasado no se vuelva a repetir, ha recordado el vicepresidente de la Asociación, Marco González, quien además ha manifestado en el acto que es el Estado el que debe hacerse cargo de cerrar este capítulo negro de la historia del país en el que están 140.000 desaparecidos.

El homenaje coincide con el Día de los Desaparecidos y ha contado con miembros de la familia de Jerónima, quienes han agradecido el gesto del Ayuntamiento que se suma al ya realizado en León.

El recuerdo del asesinato de Jerónima y Fernando fue pedido en el año 2017 por el grupo municipal Ponferrada en Común y posteriormente por la propia Asociación durante el presente mandato. Próximamente se inaugurará en Montearenas una estatua realizada por Amancio González en homenaje a todas las víctimas de la represión franquista.