Arte
Robés y Mestre rinden homenaje al poeta Vicente Núñez en “La realidad invisible”
El fotógrafo José A. Robés y el poeta Juan Carlos Mestre presentan en el Molino del Duque de Aguilar de la Frontera (Córdoba) la exposición “La realidad invisible” con la que se rinde homenaje a uno de los escritores y poetas andaluces más relevantes de la segunda mitad del siglo XX, Vicente Núñez.
María Hernández Martí describe, en el artículo que escribió en El País con motivo del fallecimiento de Núñez en el año 2002, a Vicente Núñez como “un escritor independiente, que decía carecer de ideas políticas y que se preocupaba sobre todo por el amor, el fracaso y lo absurdo de la existencia”.
La muestra, que cuenta con la colaboración del ayuntamiento de Aguilar de la Frontera, la Diputación de Córdoba y la Fundación Vicente Núñez, presenta las fotografías realizadas por José A. Robes que están acompañadas con textos de Juan Carlos Mestre. Se inaugura el viernes 30 de octubre y estará abierta al público hasta el día 15 de noviembre.
Esta no es la primera vez que Robés y Mestre colaboran conjuntamente en un mismo proyecto, ya lo hicieron en “La tumba de Keats”, donde la poesía y la fotografía de los dos creadores villafranquinos se fusionaron bajo el tema de Roma y su cementerio. La obra de Robés destaca por su capacidad de reflejar ambientes, gestos, sensaciones y lugares. Despiertan impresiones desconocidas en el que las observa. El premio Nacional de Poesía, Juan Carlos Mestre, expresa magistralmente con palabras los sentimientos más íntimos del ser humano, las reivindicaciones de las causas más justas, y la belleza escondida en los rincones más insólitos de nuestro planeta.
Nació en Aguilar de la Frontera, Córdoba, el día 8 de junio de 1926. Estudió Bachillerato en Cabra (Córdoba), en Lucena (Córdoba) y en el Colegio de los Jesuitas del Palo, en Málaga.
Pasó el Examen de Estado en la Universidad Central de Madrid, en 1947. Comenzó los estudios de Derecho en la Universidad de Granada que luego continuó en la Universidad de Sevilla.
Durante las milicias universitarias, en Ronda (Málaga), entabló amistad con los escritores Carlos Barral y con Antonio Gala. A partir de 1951 comenzaron a aparecer poemas suyos en diversas publicaciones. Entre 1953 y 1959 vive en Málaga, formando parte del grupo de poetas reunidos en torno a la revista Caracola.
En el Tercer Congreso Internacional de poesía de Santiago de Compostela, celebrado en 1954, entra en contacto con los poetas del grupo Cántico, vinculándose a la estética de este grupo de poetas y colaborando en alguno de los números de la revista Cántico.
Publica sus dos primeros libros de poemas en 1954 y en 1957. Durante un corto periodo vive en Madrid, donde colabora con la revista Ágora. En 1960 regresó definitivamente a Aguilar de la Frontera, su pueblo natal y tras largos años de silencio, justificados por la crisis que desencadena la muerte de su madre y la decepción del mundo literario que conoce durante su breve estancia en Madrid, volvió a publicar en 1980.
En 1982 obtuvo el Premio Nacional de la Crítica de Poesía Castellana con su poemario Ocaso en Poley. En 1984 se le nombró Hijo Predilecto de Aguilar de la Frontera.
En 1990 le fue concedida la Medalla de Plata de las Letras Andaluzas. Socio fundador del Ateneo de Córdoba fue nombrado Ateneista de Honor en 1990.
Falleció en Aguilar de la Frontera, Córdoba, el 22 de junio de 2002. En mayo de 2002 le fue otorgada la Medalla de Oro del Ateneo de Córdoba y el mismo año, ya fallecido, y a título póstumo, se le concedió el Premio Andalucía-Luis de Góngora y Argote de las Letras.
En su localidad natal, se constituyó el 15 de julio de 2005, la Fundación Vicente Núñez, ideada por el propio poeta, quien planeó la creación de un espacio donde organizar actividades literarias. Orientándose tras su muerte hacia la promoción de la literatura y, en particular, de la obra del propio Vicente Nuñez, además de prestar atención a la difusión del flamenco.
También se creó en su honor, en este mismo pueblo, un instituto que hoy en día lleva su nombre. Gran amigo de Ramona Zurera Maestre, con la que pasó de ser su «maestro» en la poesía (llegando a escribir su único libro «Apenas unos versos», aunque este no sea muy conocido fuera de la localidad), a ser uno de sus mejores amigos hasta que, en el año 2002, este falleció. Desde el año 1991 la Diputación Provincial de Córdoba convoca de manera anual un premio que lleva su nombre.