Fabero
Se tardará entre 20 y 30 años en recuperar la zona arrasada por el incendio de Bárcena de la Abadía
Es lo que calcula el jefe de la sección de Protección de la Naturaleza de la Junta de Castilla y León, José Carlos García López. En la conferencia, organizada por el ESTIA, que ha dado en el Campus de Ponferrada ha analizado los efectos del incendio de Bárcena de la Abadía (Fabero) del pasado mes de septiembre en el que quedaron arrasadas 2.665 hectáreas, pertenecientes a los municipios de Fabero, Páramo del Sil, Peranzanes, y Candín.
El coste para la extinción del fuego costó, sólo a la Junta, 250.000 euros y la intervención de 334 profesionales durante las primeras 24 horas, 7 máquinas buldócer, y 7 autobombas. Además participaron 4 dotaciones de la UME, un avión anfibio del MAGRAMA, y 4 autobombas de los ayuntamiento de Fabero, Toreno, Villablino y Páramo del Sil.
Según apunta el Jefe de la Sección el incendio fue intencionado con dos focos que se originaron en una zona donde ya se produjo otro fuego que afectó a 25 hectáreas y después de más de 20 intentos en el municipio de Fabero. Se desconoce todavía el autor de los mismos.
Aunque hay parte de los castaños centenarios que se tardarán décadas en recuperar, hay una noticia positiva, y es que el bosque húmedo de laureles en la parte final del arroyo de Fresnedelo ya se está recuperando, ha manifestado José Carlos García. Se temía que sería imposible por ser muy sensible a los cambios de temperatura tan bruscos. Han pasado dos meses y “ya está brotando”. El brezo estará en un año igual que antes del incendio, ha añadido García.
Desde la Junta de Castilla y León se pide la colaboración de los vecinos para esclarecer quien ha provocado este incendio. El Jefe del Servicio ha destacado que el 99,99% de las personas no quieren los incendios pero que basta un 1% para que la lacra del fuego se vuelva a repetir todos los años.
Por otro lado, la subdirectora del ESTIA del Campus del Bierzo, Flor Taboada, ha anunciado que con la colaboración de profesores y alumnos se está desarrollando un proyecto para analizar los efectos que ha tenido el incendio en los acuíferos de la zona y la erosión del agua en el terreno. Se estudiará a lo largo de un año.