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Toledo desde el Puente San Martín de José Carralero

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El Ayuntamiento de Cacabelos ha seleccionado como cuadro de la semana de la exposición RETROSPECTIVA José Carralero en el M.AR.CA., el cuadro galardonado con el Premio B.M.W. de Pintura 1992, Toledo desde el Puente de San Martín.

Si cualquiera de las cerca de 80 obras expuestas en la magna antológica del “Maestro de Cacabelos” en nuestro Museo, casi justificarían por si solas una exposición esta es, sin duda, una de las que merece un capítulo aparte. Desde la entrega del prestigioso galardón de manos de S.M. la Reina Dña.Sofía, Toledo desde el Puente de San Martín pasó a formar parte de la Colección B.M.W. Ibérica y, como uno de los emblemas de la misma, ha recorrido multitud de países de distintos continentes en múltiples exposiciones, hasta recalar en Cacabelos donde permanecerá hasta el próximo 15 de Septiembre.

La sola contemplación de la obra excita los sentidos, inquieta al espectador, lo zarandea en un cúmulo de sensaciones que emocionan. En mi opinión es un canto a la contradicción de la naturaleza domesticada o al intento titánico constante del pretendido rey de la creación, desde ese instante mismo, por dominar el medio, por someterlo a sus necesidades, a sus servicios, a sus vicios.

Pero a la vez es una advertencia implícita, estremecedora aunque todavía contenida de lo vano de las pretensiones del hombre. Y esa violenta contención te sacude desde el primer instante de la contemplación del cuadro, solo igualada a la “terribilità” que emana de la calma tensa de los músculos del David de Miguel Ángel, es lo que este grandioso paisaje del maestro Carralero me transmite:

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La fuerza inusitada de la naturaleza desde una composición en espiral que, desde el remolino central del Tajo advierte del poder del agua que retorna hasta la pequeña catarata de una insignificante fábrica de luz envolviéndose en espumarajos de contracorrientes, para expandirse después con apariencia de las olas marinas hasta estrellarse, a modo de aviso, con las faldas del cigarral. Arremetiendo, finalmente, como marejada contra la base de Puente para discurrir, esta vez sí, por entre los ojos de la obra civil de los Trastámara, dibujada con una perspectiva imposible.

Desde el Puente de San Martín el autor nos conduce a los excesos del hombre, no al hombre si no a la vanidad de sus obras, que pasa por el poder imperial de la puerta almenada conduciéndonos a la cumbre más alta del cuadro: la espadaña de la cabecera de San Juan de los Reyes. Esta obra magna del Estilo Isabelino realizada a mayor gloria de Dios, aparece esbozada, insinuada, manchada sin apenas detalle por archisabida o por menospreciada, aunque en menor grado que el caserío que preside y que nos conduce a la tormenta que se aleja, por esta vez, retumbando entre un cielo apocalíptico.

Es la abstracción de la realidad subjetiva pero reconocible de Carralero, palpable; es el expresionismo sentimental que imprime a sus paisajes cargados de verdad. De ahí el subtítulo de esta exposición “Verdad y sentimiento”. He querido ver, en el punto de vista que el autor ha impreso a este cuadro, un cierto efecto ojo de pez similar al que Jan van Eyck utilizó en el conocido espejo del retrato de El Matrimonio Arnolfini, en un intento de aproximar la escena central del cuadro al espectador, desvirtuando lo que lo rodea para potenciar el efecto de la composición en espiral. Pero hay tanto reconocible en esta obra ( el Greco, Tiziano, …) y a la par inimitable, que solo se puede aludir a la cátedra del autor: “Una vida por y para la pintura”.

José Carralero, el maestro de Cacabelos, es largo en técnica, apasionado en temas, visceral en ejecución surgiendo a borbotones magistralmente modelados, masticados. Toledo desde el Puente de San Martín surge de las pinceladas de claroscuros: los grises, azules prietos y blancos refulgentes; los amarillos pétreos castellanos; los ocres, los verdes etéreos, los violetas románticos, malvas crepusculares y esos pardos terrosos de sus orígenes, como la madre tierra que su abuelo ni le permitía mentar. La paleta de Carralero es la síntesis de la apasionada realidad trascendiendo el sentimiento en forma óleo sobre lienzo y en técnicas mixtas que domina a la perfección.

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Cuando ya solo falta menos de un mes para concluir esta magnífica exposición, desde el Ayuntamiento de Cacabelos queremos invitar a todos los que todavía no la hayan visitado, a disfrutar de este cuadro: Toledo desde el Puente de San Martín, que completa la Retrospectiva “Verdad y sentimiento. Una vida por y para la pintura” de José Carralero en el Museo Arqueológico de Cacabelos.

José Manuel Cela Rodríguez
Cultura, Educación y Acción social

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